El grupo ecologista GEN-GOB Eivissa califica de «caótica» la situación cotidiana de las zonas de fondeo en época estival en la isla de Eivissa, según refleja se refleja en su estudio 'El Mar - Una responsabilidad compartida'.
Este estudio fue realizado el verano pasado para estudiar la situación del fondo marino en cuatro de las zonas con mayor densidad de fondeo de la costa ibicenca: Talamanca, Porroig, Cala d'Hort y Cala Salada.
A su vez con este estudio, según el grupo ecologista, se pretende conocer el alcance real de estos impactos e iniciar un debate que sirve para resolver un problema «que se está agravando».
La conclusión principal del informe es que la «situación cotidiana de las zonas de fondeo en época estival en la isla de Eivissa es caótica».
También «evidencia que la Administración está desbordada como para efectuar una gestión que garantice el uso público, la conservación de los hábitats y los recursos marinos y la gestión del sector náutico deportivo».
Las observaciones del fondo marino de estos puntos evidencian, según el estudio del GEN-GOB, que «existe un impacto erosivo sobre las praderas de Posidonia oceánica debido al anclaje de embarcaciones en tránsito que fondean en las calas».
El principal responsable de este destrozo, de acuerdo al informe, sería la «acción de las cadenas durante el borneo de las embarcaciones amarradas», lo que implica una degradación del hábitat de la posidonia.
Señala el estudio que este retroceso de la posidonia oceánica propicia la aparición de «especies invasoras, como Caulerpa racemosa y Lophocladia lallemandii», que ocupan su lugar.
El informe apunta que la regulación de esta actividad es prioritaria teniendo en cuenta que de ello depende la conservación de la fauna y la flora de los fondos marinos ibicencos.