Ayer se inauguró en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid la primera edición de la feria de arte contemporáneo Arteminas que congregará hasta el próximo día 27 de febrero a 35 artistas consagrados o con proyección de futuro de las ramas de la pintura, la escultura, la fotografía y el cine de Balears.
En este sentido, el comisario de Arteminas, Carlos Quintana, ha asegurado que en la muestra se podrán contemplar desde la figuración al surrealismo, pasando por la abstración y el pop, y todo ello «marcado profundamente por la luz, impronta fundamental de Mallorca, Menorca y Eivissa».
Precisamente, de nuestra isla, la organizadora del evento, la galería Zenitart, únicamente ha seleccionado a dos representantes, los pintores Gabriel Torres Chark y Diana Bustamante.
El primero ha llevado a Madrid una secuencia de cuadros bautizados con el título genérico de Raíces a Ramas. Están realizados en tinta china sobre papel de arroz y están acompañados de haikus de poetas japoneses como Matsuo Basho y que han sido su principal fuente de inspiración. De hecho esta serie de obras se enmarcan dentro de un proyecto experimental donde el artista ibicenco investiga «sobre la relación entre el sonido de la tinta, una metáfora existencial y la propia experiencia», y donde el propio Torres Chalk proyecta sus sueños y visiones en sus pinturas «reflexionando sobre el ritmo y la desconstrucción de la identidad en nuestra contemporaneidad».
Por su parte, Diana Bustamante llega a Madrid con un único cuadro. Se trata de la obra titulada Onada Blava, realizada en 2014 empleando una técnica mixta a base de acrílico y collage sobre tabla entelada, y que forma de su serie Paisatges Propers, dedicada de forma íntegra a la representación expresionista de los paisajes de Eivissa, y que ya fue presentada el pasado mes de septiembre de 2014 en una exposición en la isla.
Como es habitual a lo largo de su trayectoria, Bustamante vuelve a mostrar en Onada Blava «su apuesta e inspiración orientalista, tanto en los trazos del pincel como en la precisa colocación de los fragmentos de papel japonés».