El Consell d'Eivissa entregó ayer las máximas distinciones de la institución insular en una sobria, elegante y concisa gala celebrada en el auditorio de Can Ventosa (Vila) en la que se dio cita una amplia representación de la sociedad civil, política y religiosa de la isla.
Por un lado, el empresario hotelero y expresidente de Fomento de Turismo José Colomar fue honrado con el título de Hijo Predilecto de Eivissa. Además, el médico y exdelegado de Salut Ginés Egea y -a título póstumo- el arquitecto canadiense Rolph Kenneth Blackstad fueron galardonados con la Medalla de Oro de Eivissa.
A su vez, también recogieron el Premio al Mérito Ciudadano la instructora de gimnasia Julia Cano Cobos, el periodista y fundador del GEN Antonio Pedro Marí, la Asociación de Apicultors d'Eivissa y la Federació Pitiüsa d'Associacions de Majors.
La ceremonia de entrega empezó a las 21:10 horas, con un retraso de unos 10 minutos, con tres sonadors de la Colla de Vila, que entraron en la sala seguidos del presidente del Consell, Vicent Serra, el resto de consellers de la institución y, por último, los galardonados.
En orden cronológicamente inverso al de la entrega de premios, José Colomar agradeció la distinción recibida como Hijo Predilecto de Eivissa en un discurso en el que repasó su trayectoria profesional, que se inició en el Hotel Formentor, le llevó por media Europa y que culminó en su Eivissa natal -Sant Carles, que diría el premiado- con la construcción del Hotel Fenicia y el Hotel Royal Plaza y la creación del sello Adlib para definir la moda ibicenca.
Su faceta filantrópica, vinculada -entre otras- a entidades como el Rotary Club o la Asociación Española Contra el Cáncer de Eivissa y Formentera, también tuvieron un lugar durante la presentación de Colomar.
Él mismo se definió como un «modesto embajador» de la isla, la cual propuso que pasara a denominarse «Ibiza, isla Adlib» por su carácter de libertad y diversidad.
Por su parte, el galeno Ginés Egea Cirer, efectuó un escueto discurso de agradecimiento tras recibir de manos de Vicent Serra la Medalla de Oro del Consell. El exdelegado de Salut i Consum y exdirector del Hospital Insular de Eivissa compartió su gratitud con el resto de galardonados y manifestó que no ha hecho «otra cosa que mi trabajo».
La otra Medalla de Oro de la noche recayó en el arquitecto canadiense Rolph Kenneth Blackstad, que dedicó su vida al estudio de las casas tradicionales ibicencas. Los cinco hijos del desaparecido arquitecto, que falleció en 2012, recogieron el premio y recordaron el amor que sentía su progenitor por la isla: «Si hay un cielo en la tierra, está aquí, está aquí, esta aquí», citó una de sus hijas, quien añadió que tanto su padre como su madre Mary amaron Eivissa desde el primer día y durante más de 60 años.
Mérito Ciudadano
Antes, en la primera mitad de la gala, se entregaron también los cuatro Premios al Mérito Ciudadano 2015.
El periodista Antonio Pedro Marí, fundador del Grup d'Estudis de sa Naturalesa, impulsor de la Associació d'Animals Autòctons d'Eivissa y la Associació de Malalties Reumàtiques d'Eivissa i Formentera, agradeció la distinción. Remarcó que «cuando se hacen cosas, se hace pensando en los otros, con amor a Eivissa». También lanzó una reflexión: «Nunca como ahora ha existido tanta conciencia ecológica y espacios protegidos, pero a la vez nunca hemos tenido tan pocos espacios para proteger».
La instructora de gimnasia Julia Cano Cobos se llevó una de las ovaciones por su incansable labor al deporte insular y a la igualdad «cuando este concepto todavía no había calado en la sociedad», según remarcó Vicent Serra.
La promotora deportiva protagonizó una divertida anécdota al anunciar que efectuaría su discurso en castellano -para que le entendieran sus yernos andaluz y alemán- pero empezó, sin darse cuenta, en ibicenco. Tras algunas risas y una tremenda ovación, el presidente del Consell le hizo notar la contradicción y, esta vez, prosiguió su agradecimiento en castellano.
Cano expresó su devoción por Eivissa: «La amo como mi tierra. De la mía salí cuando la guerra y aquí encontré paz», senteció.
Momentos antes, Antonio Escandell y Vicente Marí, recogieron el premio en nombre de la Associació d'Apicultors d'Eivissa, que recibía el galardón por su labor conservacionista, investigadora y divulgativa. El presidente de esta entidad agradeció la labor del Consell en pro de la cultura y tradiciones de la isla, entre las que incluyó las abejas, que definió como «principal vector de polinización». Finalizó su agradecimiento citando a Julio César: «Mientras quede alguna cosa por hacer, no habré hecho nada».
Finalmente, o mejor dicho, al inicio de la gala, la Federació Pitiüsa d'Associacions de Majors recogió su distinción con el Premio al Mérito Ciudadano 2015. El presidente de la entidad, Pep Tur, agradeció el trabajo de las 17 organizaciones que integran este colectivo que dinamiza el colectivo de personas mayores de Eivissa y Formentera.
Sobre las 21:10 horas, y ya con todos los galardones entregados, el coro del Conservatorio de Eivissa ‘Amics de sa Música' interpretó dos piezas para cerrar el acto bajo la dirección de Nèlida Boned, con Lucía Herranz como solista y Andrea Suárez al piano.
Así, sonaron dos obras recientemente recuperadas y editadas por el Grup de Recerca Musical del Consell: «Eivissenca: Himne a Eivissa», de Manuel Marí Seguí; y «Roqueta sa meua Roca», de Joan Gamisans Arabí.