La empresa Cairn Energy desiste en su empeño de impulsar las prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia, muy cerca de la costa de Eivissa. Técnicos de la Alianza Mar Blava y del Consell d'Eivissa se desplazaron ayer al Ministerio de Medio Ambiente para conocer el estado de la declaración de impacto ambiental que se estaba tramitando sobre este proyecto y allí la directora general de Calidad y Evaluación Ambienta, Guillermina Yanguas, y el director de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Pablo Saavedra, explicaron a los representantes ibicencos que la empresa solicitó a Industria la extinción de los permisos, concedidos en el año 2010, que le habilitan a realizar estos sondeos petrolíferos en aguas del Mediterráneo. Industria remitió el pasado 25 de mayo esta petición al Ministerio de Medio Ambiente y, según explicaron ayer desde el Consell d'Eivissa tras la reunión, Medio Ambiente ha solicitado a Industria que confirme que se trata de un «desistimiento» y así poder archivar el expediente ya que Medio Ambiente estaba tramitando la declaración de impacto ambiental, que debería haber salido hace meses.
Tras el encuentro, el presidente del Consell d'Eivissa en funciones, Vicent Serra, explicó que es «un gran triunfo de todos los ibicencos, por todo el esfuerzo que hemos hecho en demostrar nuestro rechazo a un proyecto que amanazaba nuestra forma de vivir, nuestro entorno y nuestro bienestar». En este mismo sentido se expresó Ángeles Nogales, gerente de Fomento de Turismo y una de las portavoces de Alianza Mar Blava, quien explicó que «es una gran alegría para todos» y que el amplio rechazo social a los proyectos de prospecciones ha sido clave: «Es cierto que hace dos años el ambiente social no estaba tan claro en contra de las prospecciones; la gente no lo veía como algo que les fuera a afectar, pero durante estos años se ha generado un rechazo y una contestación social que habrán influido a la renuncia».
Si bien es una buena noticia para las Pitiüses y el conjunto de las Balears, Nogales recordó que hay más proyectos de otras empresas que amenazan a Eivissa y Formentera. Es el caso del proyecto Sea Bird en el Golfo de León y el de Spectrum en el Mar Balear. En el primer caso, el promotor quería que se tuvieran en cuenta los trámites hechos con anterioridad a su archivo y posterior reapertura, algo a lo que se oponen la Alianza Mar Blava y el Consell d'Eivissa, que defienden que deben cumplir todos los pasos desde el principio. En el encuentro, la máxima institución insular recordó que habían solicitado que el Consell y los ayuntamientos se personaran legalmente. Sobre la intención de Spectrum, el promotor debe presentar el estudio de impacto ambiental.