El traslado de los especialistas de Cirugía Pediátrica de Son Espases al hospital Can Misses ha evitado un millar de desplazamientos de niños y de sus familias a Palma desde que a finales de 2011 empezaron a venir estos cirujanos del hospital de referencia. De hecho, comenzaron con visitas cada dos meses y, progresivamente, se ha ido aumentando a una visita al mes. El número de consultas que han pasado los especialistas ha sido de 756 desde agosto de 2011 a mayo de 2015 y se han realizado 116 intervenciones quirúrgicas, según los datos facilitados por el Servicio de Cirugía Pediátrica.
La jefa del Servicio de Cirugía Pediátrica de Son Espases, la doctora Claudia Marhuenda, explica que las intervenciones que se hacen son de cirugía mayor ambulatoria a niños mayores de un año «que no necesitan un control posterior; operamos por la mañana y por la tarde se van casa».
El tipo de operaciones son circuncisiones, hernias de todo tipo, o quistes. «Por la mañana hacemos quirófano y por la tarde pasamos consulta y si hay cualquier problema en el posoperatorio inmediato, estamos ahí para controlar a los niños que se han operado por la mañana», comenta la cirujana.
Las consultas son de todo tipo, bien remitidas por los pediatras del hospital o de primaria, y «también se hacen controles de los niños operados aquí y en Palma, que les ahorra muchos viajes». De hecho, la doctora Marhuenda destaca que «la idea es evitar a los padres el viaje, cada vez que un niño se tiene que ver para una cirugía que puede ser por una hernia o una circuncisión tenían que venir a Palma; primero para que lo diagnosticáramos, ponerlos en lista de espera y luego otra vez para operarse». Además, en las consultas se atienden también las patologías con controles a largo plazo, «que antes tenían que venir a Palma y, de esta manera, dándoles la misma asistencia se ahorran muchos viajes».
En Palma se realizan las patologías más complejas, «lo recomendable es que vengan aquí como es el caso de patología torácica, urológica, pediátrica, abdominal o tumores, porque algunos de estos pacientes necesitan después UCI pediátrica, si son pequeños UCI neonatal o unos días de control posperatorio para ver si hay una complicación», dice la jefa de servicio.
La doctora precisa que «la especialidad tiene poco volumen, afortunadamente la mayoría de los niños son sanos y lo ideal es que se centralice en un sitio la patología más compleja». El porcentaje de pacientes que se tienen que trasladar es pequeño. «El 70% de los niños que tienen una patología es cirugía mayor ambulatoria, que es lo que hacemos allí y tres de cada diez tienen que venir».
Respecto a la lista de espera, con la mudanza al nuevo hospital Can Misses se ha aumentado. «Con el traslado no nos pudieron dar quirófano en marzo ni abril. En junio hemos ido una vez y en un par de semanas volvemos. La idea es ir todos los meses», explica. La especialista comenta que «se ha retrasado bastante la lista de espera; nuestra idea es que sea de cuatro meses como aquí y ahora tenemos unos ocho o nueve meses. En mayo fuimos dos veces y operamos dos niños, iremos en julio y la idea es volver cada mes para bajar la lista de espera».