La primera plantación experimental de repoblación de posidonia oceánica se acaba de llevar a cabo en la bahía de Talamanca. Esta iniciativa es pionera en el área científica, que aborda la conservación y mejora de las praderas de posidonia oceánica, y su replantación en el fondo marino. Se encuadra dentro del convenio de colaboración entre Red Eléctrica y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB).
Ahora este proyecto realizado en Talamanca se está llevando a cabo en la bahía de Santa Ponça, en Mallorca. El jefe del Departamento de I+D y Proyectos Europeos de Red Eléctrica, Vicente González, y el investigador del IMEDEA y responsable científico del proyecto, Jorge Terrados, presentaron ayer estas actuaciones y el contenido del proyecto, enmarcado en el convenio suscrito en el 2013 entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del que forma parte el IMEDEA, y Red Eléctrica, con el fin de incidir en la conservación y mejora de la posidonia oceánica, cuyas colonias forman praderas de alto valor ecológico para los ecosistemas marinos del Mediterráneo.
La aportación de Red Eléctrica a este proyecto asciende a 409.000 euros, cifra destinada al desarrollo científico del mismo, al mantenimiento de los viveros de germinación y a la contratación de las tareas de ejecución.
Esta iniciativa, cuyo objetivo fundamental es lograr la repoblación de praderas de posidonia oceánica, destaca por su carácter absolutamente pionero, ya que no existe precedente en el uso de semillas y fragmentos germinados fuera del mar o en condiciones de laboratorio para su implantación posterior en su medio natural.
Para ello, se realiza una recolección de semillas y fragmentos de la especie para proceder a su cultivo, en condiciones de laboratorio, en viveros alojados en el Centro de Interpretación del Parc Natural de Cabrera, en la Colònia de Sant Jordi, y en cubetas sumergidas en el mar de la costa de Formentera. En ambos casos, se controlan las condiciones propias del agua, la luminosidad y otras condiciones para determinar la tasa de supervivencia y proceder a las replantaciones en el mar.
La metodología y las conclusiones que se desprendan de esta experiencia servirán para validar un proyecto innovador y de especial importancia para la recuperación y conservación de las praderas de este alga.
El proyecto se asocia al desarrollo de las interconexiones eléctricas submarinas en las Balears, que unificarán el sistema eléctrico insular.