El Ayuntamiento de Sant Antoni anunció ayer que ha reforzado la vigilancia sobre la zona de acceso a Cala Salada con la contratación de un controlador. De esta manera, el Consistorio pretende incrementar las medidas para garantizar la seguridad y minimizar el riesgo de incendios en la zona.
Según detallaron, el controlador de estacionamiento ha empezado a vigilar el tramo final de la carretera que lleva a esta playa para disuadir a los conductores de estacionar en los márgenes.
El Ayuntamiento recordó que las concejalías de Gobernación y Medio Ambiente cooperan para evitar que la presencia de vehículos estacionados en un paraje boscoso incremente el riesgo de incendio y garantizar, al mismo tiempo, que los servicios de emergencias puedan acceder a la playa sin obstáculos.
El Consistorio tiene previsto en los próximos días seguir mejorando la señalización e implementar nuevas medidas de seguridad en este espacio. Paralelamente, se realizarán nuevas actuaciones policiales y se retirarán los vehículos indebidamente estacionados o que supongan un riesgo.