Los vecinos y propietarios de las viviendas de sa Penya han visto esta temporada agravado un problema que, según explicaron, llevan viviendo desde hace unos 20 años. Se trata de la falta de presión o incluso nula presencia de agua en los grifos de sus casas debido a que quienes residen de manera ilegal en las casas de sa Penya, es decir, los okupas revientan las bocas de riego municipales generando así un despilfarro que provoca que se pierdan «litros y litros de agua» por calles como la Alt y que disminuya la presión de salida del agua en las casas. Los vecinos se quejan de que, pese a la falta de suministro normal en las casas, la concesionaria del agua «sigue cobrando sus facturas».
Las quejas de los vecinos legales ante el Ayuntamiento de Eivissa se han intensificado en los últimos dos meses. Además, manifiestan en redes sociales su descontento y malestar. El concejal de Núcleo Histórico, Pep Tur, contestó ayer a estas quejas en redes sociales y comentó que Aqualia «a instancias del Ayuntamiento» encargará esta semana «unas nuevas bocas más difíciles de forzar para sustituir las actuales», decisión que «esperamos que pueda frenar el actual despilfarro de agua en el barrio», precisó.
En perfiles de Facebook como Salvem Sa Penya se pueden ver vídeos de niños que, con herramientas en mano, se dedican a forcejear las bocas de riego hasta que las rompen y se provoca la salida de agua a presión. Los vecinos y propietarios legales recriminan a los niños su actitud y éstos responden lanzando piedras y profiriendo insultos, actitud compartida y alentada por sus progenitores, según los relatos que se desprenden de los vecinos afectados de sa Penya.
Las quejas de los vecinos legales sobre éste y otros temas relacionados con el barrio están selladas y cuentan con registro de entrada en el Ayuntamiento, según explicaron los mismos vecinos.