El Área de Salud de Eivissa y Formentera ha anunciado la puesta en marcha, esta misma semana, de la bañera de partos en la unidad de Paritorio del Hospital Can Misses.
Según fuentes sanitarias, este jueves varios bebés ya vinieron al mundo mediante este sistema.
Los objetivos que persigue esta iniciativa son aumentar la satisfacción de las usuarias al ampliar las opciones de analgesia durante el parto, disminuir la morbilidad asociada al intervencionismo obstétrico u ofrecer el agua como otra alternativa para el alivio del dolor.
Precisamente, la utilización de agua caliente para la relajación y disminución del dolor se introdujo en Europa en los años 70 como alternativa de analgesia durante el proceso de parto.
Ya en los años 90 se consolidó como opción sanitaria en Inglaterra y Gales y posteriormente en Holanda y Finlandia.
Las mujeres pueden relajarse y obtener contracciones menos dolorosas y una posible reducción del tiempo en el proceso del parto.
Según los profesionales, la mujer se siente con más control de la situación cuando ha experimentado la relajación en el agua y tiene una menor percepción del dolor.
Por otra parte, han destacado la existencia de un protocolo que contempla unos criterios de inclusión y exclusión para el uso del agua en el parto.
Entre los criterios de inclusión se encuentra que sea un embarazo de bajo riesgo o que el bebé tenga presentación cefálica.
Otro de los requisitos que ha de cumplirse es la dedicación completa de una matrona durante el tiempo que la gestante se encuentre en el agua y por ello no es posible la utilización de la bañera en caso de haber más de tres partos al mismo tiempo.
Para Óscar Villalba, supervisor de Enfermería de Paritorio, "se trata de un método de analgesia a considerar como alternativa a la epidural, que además proporciona ventajas en el proceso natural de evolución del parto".
Villalba espera que "cada vez más mujeres se animen a utilizar este método".