Allá por el 2012 surgía la iniciativa de crear una máquina capaz de devolverle a la almendra ibicenca el valor que había perdido en el mercado. «Hasta ahora nuestra almendra se mandaba a Palma, allí le quitaban la cáscara y luego la volvían a traer aquí», comenta Joan Tur, el presidente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni. Por suerte, esta historia no volverá a repetirse gracias a la puesta en marcha de una máquina peladora de almendras.
«Ahora nuestra almendra ya podemos partirla nosotros», este es el final feliz de un proyecto que comenzó hace un tiempo y fue promovido por el Grupo de Acción Local Leader, que emplea ayudas europeas para fomentar el desarrollo rural en las Pitiusas. Y ayer, después de muchos trámites administrativos, consiguieron ponerla en funcionamiento. «Por fin puede ponerse en marcha este avance tan significativo para el sector agrícola, que ayudará a mejorarlo», añadió Juan Antonio Prats, gerente de esta cooperativa
De esta manera, la almendra pasa por un proceso de descascarillado. Desde un depósito suben hasta un tubo donde se rompen, para caer después a una malla en la que se las separa de la cáscara. Por último, suben por una cinta que las deposita en el recorrido final donde se seleccionan manualmente… y todo en cuestión de segundos.
El conseller de Medi Ambient de Eivissa, Miquel Vericad, valoró de forma positiva este proyecto que le aporta un valor añadido a la producción local de la isla. «Es una herramienta más, esto revaloriza todo, empieza a haber producción local, gente que se implica en la transformación agroalimentaria», explicó.
Imprescindible también fue la colaboración de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera, cofinanciadora del proyecto que apostó por la idea y aportó 23.500 euros para costear parte de la maquinaria. «Hace unos años empezamos a ver que este proyecto era muy importante y nos pareció fundamental para la conservación de los almendros de Eivissa. Nos presentaron la propuesta y estuvimos de acuerdo en colaborar en la financiación», añadió Sandra Benbeniste, Directora Ejecutiva del Fondo para la Conservación de Ibiza.
Todos ellos esperan que, gracias a la instalación de esta nueva máquina, no sólo se preserve la naturaleza del entorno, incentivando a los propietarios a invertir más en sus tierras, sino que revalorice el precio de las almendras.