Ayer se vivieron varios momentos de tensión durante el pleno celebrado en el ayuntamiento de Sant Antoni. El primero lo motivó la contratación del director técnico de seguridad, Ángeles Gallardo, en el cual la concejala de Gobernación y Personal, Aída Alcaraz, y la regidora del PP Lidia Prats se enzarzaron en un cruce de acusaciones.
La primera defendió dicha contratación y explicó que pese a los informes negativos éstos solo son vinculantes sobre el mes de diciembre y que a partir de enero se regularizará dicha anomalía. También aseguró que existía un remanente monetario para lo que queda de año y que de ninguna manera dicho nombramiento viene a suplantar al actual jefe de policía. Aida
Alcaráz aprovechó para criticar las informaciones vertidas durante los últimos días en diferentes medios de comunicación por la oposición y las tachó de falsas.
Pero no fue éste el punto más candente de la tarde y ambas mujeres volvieron a enzarzarse en referencia al tema de la RPT (relación de puestos de trabajo) mediante la cual se puntúa para subidas de salario a los funcionarios, y que Lidia Prats calificó de «caza de brujas» porque «premiaba a unos y castigaba a otros que merecían ser premiados».
Además, la regidora acusó al equipo de gobierno de falta de transparencia y de obstaculizar la labor de la oposición mediante la falta de colaboración a la hora de proporcionar toda la información.
Pero no todo terminó allí, y más tarde fue Pablo Valdés quien aprovechó una pregunta de Pepe Sala respecto al horario para tirar la basura quien criticó duramente la forma de hacer oposición del Grupo Popular, a lo cual el propio Sala respondió que «lo único que habían hecho era recoger la estela de lo que había comenzado el grupo Reinicia antes de entrar a gobernar.»
Antes de finalizar el pleno se leyó un texto y se llevó a cabo un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de género.