A pesar de las dificultades económicas para un grueso importante de la población, las compras navideñas parece que no se adelantan, como podría pensarse en un principio, para evitar la tradicional escalada de precios de los últimos días.
Casi todos los pasillos del Mercat Nou de Vila rezumaban ayer una calma y tranquilidad que inquietaba a los comerciantes. Solo los puestos de carne parecía tener más movimiento del habitual.
Así nos lo explica Javier Gómez, carnicero de este mercado de Eivissa. «La carne es un producto que tiene mucho consumo habitual y para Navidades los clientes pueden encargar piezas de calidad con menos problemas de precio o existencia que con el pescado», afirma. Otro motivo que apunta es la menor oscilación de precios en los productos cárnicos.
«Por ejemplo, el cordero lechal lo vendo el resto del año a 19,95 euros/kilo y solo ha subido un euro», detalla a la vez que añade que esta clase de carne quizás pueda subir un euro adicional la próxima semana, pero «no más». Encarnación Mena, del puesto de Carnes March, lo secunda. «Los precios de la carne apenas varían, por eso cada vez hay más gente que en fiestas opta por la pierna o paletilla de cordero, que no ha subido y sale a 12.40», indica.
Gambas y rape, en cambio, ilustran el caso contrario. Quizás se trate de los productos que más se están encareciendo estos días. Y lo que les queda. «El rape ha subido unos 10 euros, pasando de 24 a 34 euros/kilo», afirma Maria Marí, de Pescados y Mariscos Oliver. En el caso de las gambas, los precios son muy variables. Las variedades más grandes y frescas ya alcanzan fácil- mente los 70 euros/kilo, aunque se puede ahorrar si recurrimos a un género más humilde. En un puesto por ejemplo, encontramos gambón grande congelado a 12,96 euros/kilo, una oferta que se mantiene durante todo el año y que no se ve alterada por la proximidad de las fiestas.
Ante la perspectiva de unos pasillos demasiado tranquilos, José Trigueros, de Pescados Carmen Moya, reconoce que «la venta todavía está muy floja, pero espero que este sábado suba algo y sobretodo el miércoles y jueves». Y es que, por muy achuchado que vaya el bolsillo, este comerciante opina que el ibicenco «es de esperar hasta el último momento».
Rompiendo esta premisa, nos cruzamos con Fernando, un cliente. «Estoy comprando gambas, 40, pero no son para fiestas, sino que las comeremos este domingo, que ya empiezan las visitas».