La presidenta de la Junta de Personal del Área de Salud de Eivissa y Formentera (Satse, UGT, CCOO, USAE y CSI-F), Teresa Arce, aseguró ayer que los expedientes abiertos por incumplimiento a la concesionaria del nuevo hospital Can Misses «no sirven para mejorar el funcionamiento de los servicios prestados por las empresas externalizadas».
Las declaraciones las realizó ayer tras conocer que el Ib-Salut registró durante el 2015 casi 8.000 incidencias e interpuso 1.214 sanciones, que supusieron una penalización de 735.067 euros. «Se ponen muchas sanciones, pero la calidad y la prestación que tienen que dar al Área de Salud sigue sin ser la correcta», apuntó Arce, que reiteró que «no se está mejorando la calidad asistencial».
«¿De qué sirve poner abrir expedientes si la comida llega fría cada día? Se pueden poner sanciones, pero no soluciona el problema que es que la comida llegue en condiciones», criticó la presidenta de la junta.
Según explicó, los trabajadores están «descontentos» y destacó que la solución pasa porque los servicios vuelvan a estar controlados por el sistema del Ib-Salut, ya que sería «la única forma» para mejorar los servicios». «Tenemos dos lenguajes, dos formas de trabajar diferentes. Ellos lo ven como un negocio y no están concienciados para trabajar en un medio hospitalario, mientras que nosotros lo vemos como un servicio», señaló Arce, que apuntó que «además, nos está costando un montón de dinero para estar peor».
Los trabajadores coinciden en destacar que los servicios «más conflictivos» son los de cocina, lavandería y mantenimiento.