La construcción vuelve a ser la locomotora pitiusa en la creación de empleo en los meses de temporada baja, coincidiendo con la puesta en marcha de multitud de obras en Eivissa y Formentera. El paro interanual cayó en estas islas un 10,7 por ciento y cerró el mes de febrero con 9.156 desempleados, 1.103 menos que hace un año, según los datos dados a conocer esta semana por el Observatori de Treball del Govern balear. Se trata del número de parados más bajo de los últimos ocho años.
En relación con enero, el desempleo bajó un 6,2% en Eivissa y en algo más del 1% en Formentera, con 584 parados menos. En la comparativa interanual, en Eivissa se registraron 8.726 desempleados, 1.071 menos que hace un año, lo que supone un descenso del 11% y un importante hito al romper la barrera de los 9.000 parados. En Formentera, el desempleo bajó en relación al mismo periodo de 2015 en 27 personas, un 5,9% menos.
Por sectores, donde más cayó el desempleo en Eivissa fue en la construcción, con un 25,1% menos en comparación al que había hace un año (265 personas sin trabajo menos). También se desplomó el paro en el sector industrial con una caída del 24% y 70 desempleados menos.
En Eivissa hay ahora 791 parados en la rama del ladrillo, una cifra sensiblemente inferior a la del mismo periodo de 2008 (a ocho meses del ‘crack' financiero), cuando había apuntadas 980 personas en el SOIB, y próxima a los 667 desempleados de la construcción apuntados durante el mes de febrero de 2007, en plena bonanza económica.
Si en enero se firmaron 1.497 contratos en la construcción, 894 más que en diciembre –un incremento de nada menos que el 148,3%– en febrero han retomado la actividad en este sector 1.259 personas, que si bien supone un descenso del 15% en el número de contratos firmados respecto al pasado mes, implica un incremento del 10% (114 nuevos empleos) frente a febrero de 2015.
La reactivación del ladrillo se aprecia sobre todo por el gran número de reformas hoteleras que se están acometiendo en todos los municipios, así como inversiones privadas tales como la expansión de la fibra óptica o del gas natural en distintos puntos de la isla. Pero también en obra pública, con diferentes acometidas: carretera de Sant Joan, travesía de Jesús, puerto de Vila o edificio de sa Graduada, entre otras.