El embajador español en Rusia eludió concertar una cita con la ibicenca María Teresa Gregorio Roig alegando que «la embajada carece de competencias con el tema que plantea, cuya resolución corresponde plenamente al juez encargado del Registro Civil Consular», puntualizó José Ignacio Carbajal.
Este es el último revés que ha recibido la empresaria ibicenca de 47 años que desde hace 8 meses trata de salir de Moscú junto a su pequeña Karla María Gregorio Roig, hija fruto de un proceso de gestación subrogada.
La respuesta del embajador a los abogados de María Teresa devuelve el caso de la empresaria ibicenca al mismo órgano que denegó inicialmente el registro de Karla María, que le permitiría tener un salvoconducto.
María Teresa apuntó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que el martes acudirá junto a su abogado al consulado en Moscú para solicitar «nuevamente» un salvoconducto que le permita regresar a Eivissa junto a la pequeña.
«El martes le entregaremos la partida de nacimiento de Karla María y la sentencia de la Federación Rusa que dice que yo soy la única madre de mi pequeña», argumentó María Teresa, quien apuntó no entender por qué el cónsul «se negó a aceptar su petición para inscribir a Karla María en el registro civil cuando existen otros precedentes que me dan la razón», puntualizó. En este sentido explicó que España firmó un convenio internacional «que suponía facilitar salvoconductos a familias en la misma situación en países como Estados Unidos o Grecia.
La situación de María Teresa y Karla en Moscú «está enquistada» y esta vecina de Vila no descarta adoptar otras medidas si el cónsul en Moscú no le da una solución a una «situación que cada día es más complicada», señaló en conversación telefónica.
Leyes internacionales
«Únicamente pido lo que es justo. En Rusia, Karla María es hija mía a todos los efectos. Tengo un certificado de nacimiento. La madre gestante renunció a ella y el juez ruso que revisó toda la documentación dijo que no hay ninguna irregularidad», subrayó María Teresa, quien hizo hincapié en que los documentos que tiene están reconocidos por diferentes convenios internacionales. En ese sentido, subrayó que se «está vulnerando el convenio de La Haya que obliga al reconocimiento recíproco de los certificados de nacimiento».
Por otra parte, María Teresa agradeció el apoyo que está recibiendo desde España y las iniciativas impulsadas por la vía política como la Proposición No de Ley presentada por el Grupo Popular en el Parlament balear para que le sea otorgado un salvoconducto.
María Teresa estuvo 7 años haciendo gestiones para llevar a cabo una adopción pero cuando ya estaba a punto de conseguirla, Rusia cerró las adopciones para monoparentales. Fue en ese momento cuando conoció la alternativa de la maternidad subrogada. «España tendrá que legalizar la maternidad subrogada porque de hecho ya existen muchos casos», apostilló María Teresa. «Espero regresar a casa muy pronto y sólo lo haré con mi hija en brazos», concluyó.