El Parlament balear aprobará este martes con el apoyo de los 34 diputados que apoyan al Govern (PSIB, MÉS y Podemos), el proyecto de ley del impuesto del turismo sostenible, uno de los principales proyectos políticos del ejecutivo autonómico en la presente legislatura.
El Govern quiere que el nuevo impuesto comience a cobrarse el 1 de julio, en plena temporada turística, y supondrá el pago de una tasa diaria de entre 0,25 y 2 euros para los visitantes del archipiélago mayores de 15 años que se alojen en establecimientos reglados, lo que supondrá una recaudación anual de unos 80 millones de euros.
Está pendiente saber cuál será el voto de los 3 diputados del PI, que podrían votar a favor o abstenerse, mientras que el PP (20 diputados) y los 2 Ciudadanos (C's) han anunciado su voto negativo porque están en contra de este nuevo impuesto, aunque podrían apoyar algún artículo para «mejorarlo».
Se trata de uno de los acuerdos esenciales del pacto de gobernabilidad firmado por PSIB, MÉS y Podemos al inicio de esta legislatura.
La recaudación del impuesto, presupuestada en 50 millones de euros en 2016, se destinará al fomento del turismo sostenible y a la conservación de espacios naturales. Una comisión con representación de instituciones políticas y agentes sociales determinará las inversiones concretas.
Podemos se ha opuesto a que el impuesto se dedique a la construcción de residencias públicas de la tercera edad, ni centros sanitarios, lo que ha supuesto el enfrentamiento con sus socios de gobierno.
Será la segunda ocasión en la que un gobierno de izquierdas pone en marcha un impuesto de estas características. El primer ejecutivo del Pacto de Progreso del socialista Francesc Antich (1999-2003) puso en marcha una ecotasa que fue derogada por el posterior gobierno autonómico presidido por el PP de Jaume Matas.
Tanto en esta ocasión como entonces la patronal hotelera ha mostrado un fuerte rechazo al nuevo gravamen.
El GOB, la principal entidad ecologista de Baleares, considera que el nuevo impuesto turístico supone «una oportunidad perdida» para implantar una tasa con «verdadera intención de paliar e incluso revertir los impactos que tiene el monocultivo masivo turístico».
El departamento autonómico de Turismo llevará a cabo una campaña informativa, a través de los touroperadores, para informar a los visitantes potenciales de cuánto y para qué tendrán que pagar si viajan a Baleares.
Pagarán el «impuesto sobre estancias turísticas», nombre oficial de la tasa, quienes se hospeden en hoteles, apartamentos, alojamientos rurales, albergues, hostales, viviendas vacacionales o cualquier otro inmueble considerado turístico, así como quienes hagan escala a bordo de cruceros.
Quedarán exentos los menores de 16 años, quienes viajen por fuerza mayor, el personal de los alojamientos turísticos, los enfermos desplazados y sus acompañantes y los usuarios de programas de turismo social. Por tanto, también pagarán la ecotasa los baleares que se alojen en establecimientos turísticos dentro de las islas.
Del 1 de mayo al 31 de octubre, temporada alta, la tasa irá desde los 2 euros diarios en los hoteles de la máxima categoría a los 50 céntimos de hostales, pensiones, albergues y refugio. En temporada baja el gravamen se reduce a la mitad, igual que a partir del noveno día de estancia.
Además, en el pleno del martes Podemos defenderá una moción en la que expondrá su posición contraria a la creación de una Facultad de Medicina en Baleares, mientras que el PP interpelará al Govern sobre su política en relación con la escuela concertada.
Los populares también propondrán al Govern a través de una iniciativa que apruebe «cuanto antes» el II Plan de Igualdad de Hombres y Mujeres de la comunidad autónoma, para dar continuidad al aprobado por los populares en la pasada legislatura.