Tras nueve meses de trabajo contrarreloj, el equipo de gobierno de Vila consiguió presentar ayer el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que planificará los once kilómetros cuadrados del municipio a lo largo de los próximos 15 años con el objetivo de hacer una ciudad «amable y humana».
El nuevo plan sustituye al de 2009, anulado por el Tribunal Supremo al carecer de un informe medioambiental, y debía aprobarse antes del 18 de abril ya que, de lo contrario, entraría en vigor el PGOU de 1987, que permitía edificar en superficies que posteriormente fueron protegidas.
El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, acompañado por dos de sus tenientes de alcalde, la responsable de Territori, Elena López, y el de Benestar Social i Habitatge, Joan Ribas, explicó que el nuevo planeamiento urbano del municipio es «heredero» del aprobado por el equipo municipal progresista en 2009, aunque «mejorado para paliar en parte la falta de vivienda».
Entre estas mejoras, el nuevo PGOU, que se aprobará inicialmente en un pleno extraordinario el próximo jueves, obliga a que el 30 por ciento del suelo residencial de nueva construcción se destine a vivienda de protección pública, por encima del mínimo del 10 por ciento que la Ley de Ordenación y Uso del Suelo (LOUS) establece a nivel balear.
Además, de este 30 por ciento, la mitad de las construcciones se deberán destinar a viviendas en régimen de alquiler.
No a los pisos turísticos
Otra de las novedades que incluye este plan es la prohibición de usar el suelo residencial con fines turísticos, en contra de la decisión del Govern balear de regular los denominados pisos turísticos. En la misma línea, tampoco se podrán construir grandes superficies en suelo industrial.
El PGOU es, según el alcalde, «una apuesta de futuro» que «corrige errores del pasado, protege las zonas verdes y patrimoniales y sigue defendiendo espacios naturales y protegidos» y constituye un modelo de ciudad «que facilita que la gente pueda caminar y donde el coche pierde protagonismo».
Según este planeamiento, se revisa a la baja el techo de población de anteriores planificaciones hasta los 77.000 habitantes y disminuye la edificabilidad en algunas unidades de actuación del municipio.
Clasificación del suelo
Con las cifras en la mano, de las 1.063 hectáreas de terreno con las que cuenta el municipio en total, solo 37 se han calificado de suelo urbanizable donde en un futuro se podrá edificar. Del resto, la mitad, 502 hectáreas, son ya urbanas, y la otra mitad, 523, son suelo rústico y, por tanto, no se puede construir.
Su evolución respecto a planeamientos anteriores señala que el suelo urbanizable ha bajado del 29 por ciento de 1987 al 3,5 por ciento del actual por la masiva urbanización que ha vivido el municipio en las últimas décadas y que ha provocado que, en la actualidad, quede poco terreno por edificar.
En consonancia con esta tendencia, el suelo urbano ha crecido desde 1987 de un 32% a un 47%. No obstante, los terrenos rústicos también aumentan del 37% al 49% en gran medida gracias a la conversión de zonas verdes en suelo protegido.
La nueva ordenación del municipio introduce respecto al anterior la creación de nuevas unidades de actuación, como la de sa Punta y Talamanca, y la reorganización de zonas industriales y apertura de viales.
En su intervención, la concejala de Territori se refirió al diagnóstico del municipio del que se partió a la hora de hacer la futura ordenación: un municipio muy pequeño, con una alta densidad de población y de vehículos, con un tráfico marítimo intenso y un núcleo histórico declarado Patrimoni de la Humanitat.
Entre las principales actuaciones que contempla el plan, López destacó la protección integral de ses Feixes des Prat de Vila, que incluye la expropiación de los terrenos por parte del consistorio, y la redacción de un plan especial que estaría listo, según López, en el primer cuatrienio a partir de la aprobación definitiva.
Por otra parte, las zonas sin edificar de Puig des Molins se declaran suelo rústico protegido y se proyecta la conexión de la calle Lucio Colacio con Ramon Muntaner, donde se ubicará un mirador de la ciudad.
Para el barrio de Ca n'Escandell se prevé la construcción de aproximadamente 500 viviendas protegidas y un gran parque central con una zona verde de 78.000 metros cuadrados, además de la inclusión de equipamientos educativos y deportivos.
La unidad de actuación de Cas Mut tendrá que esperar a la reforma de la actual ley del suelo balear para saber qué configuración definitiva tendrá.
El nuevo plan contempla también la unión entre ses Figueretes y la Platja d'en Bossa a través de un paseo «sin interrupciones» que permita, según López, «conectar todo el municipio por la costa de un extremo a otro sin interrupciones».
En materia de movilidad, la avenida de la Pau se urbanizará para convertir el cinturón de ronda en vía urbana y se contempla una red de calles para peatones.
LA NOTA
La construcción de un hotel en el Cine Serra tendrá que esperar
El proyecto de convertir el antiguo Cine Serra ubicado en el Paseo Vara de Rey en un hotel tendrá que esperar al menos un año y medio hasta la aprobación definitiva del nuevo Plan General, ya que, hasta entonces, únicamente se darán licencias de obra a parcelas y solares que tengan los mismos usos en el plan de 1987 y en el actual.
Las nuevas licencias que cumplan este requisito se podrán solicitar una vez que el nuevo documento urbanístico se publique en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB). Para el resto, se mantendrá la moratoria dictada por el juez hasta que el PGOU pase por todas las fases de tramitación.
El próximo jueves, el Ayuntamiento de Eivissa aprobará en un pleno extraordinario el primer documento elaborado. Después pasará por un período de 45 días de exposición pública y un mes más para la inclusión de enmiendas y mejoras.
La Comissió Balear de Medi Ambient tendrá que dar el visto bueno al plan en un plazo de seis meses antes de obtener la Declaració Ambiental Estratègica.
Una vez obtenido este documento, el pleno del consistorio lo tendrá que aprobar de nuevo y, tras una nueva fase de exposición pública, el Consell de Eivissa le dará definitivamente luz verde.
EL DETALLE
Población
Rebaja. El nuevo plan rebaja el techo poblacional (el máximo de personas que pueden residir en el municipio) de las de 107.000 del PGOU de 1987 a las 77.000 personas del actual.
Suelo
Clasificación.De las 1.063 hectáreas del municipio, solo 37,21 serán urbanizables. 502 hectáreas son suelo urbano y 523 son suelo rústico donde no se podrá edificar.
Vallas
Restricciones. El nuevo PGOU introduce restricciones en la instalación de vallas publicitarias. Solo se podrá instalar una valla por parcela y únicamente en polígonos industriales.
Cambios
Mejoras.El planeamiento sigue la estela del anulado en 2009 pero introduce mejoras que consistirán en reorganizar las zonas industriales y abrir nuevos viales.
PRINCIPALES PROYECTOS DEL NUEVO PLANEAMIENTO
Ses Feixes
■ PROTECCIÓN.El nuevo PGOU incluye la expropiación de los terrenos por valor de 3,5 millones de euros. Después se redactará un Plan Especial de ses Feixes des Prat de Vila con el objetivo de «poner en valor» esta zona.
Paseo marítimo
■ SES FIGUERETES-PLATJA D'EN BOSSA. El actual paseo en ses Figueretes tendrá una continuación hasta la Platja d'en Bossa. La prolongación del paseo será «un primer paso» para conectar todo el municipio «de un extremo a otro» por la línea costera tanto para peatones como para ciclistas.
Ca n'Escandell
■ VPO Y ZONA VERDE. Proyecto de iniciativa pública para crear un gran parque central y la promoción de vivienda protegida. Se construirán 500 viviendas y una zona verde de 78.000 metros cuadrados.
Puigdes Molins
■ MIRADOR. Los terrenos sin edificar se protegen con su declaración de suelo rústico por su alto valor paisajístico. La calle Lucio Colacio se conectará con la de Ramon Muntaner para hacer un gran mirador con vistas a la ciudad.