La aerolínea Vueling sigue generando retrasos y cancelaciones en Eivissa. La última tuvo lugar la noche del domingo cuando el vuelo de las 22.30 horas se retrasó hasta las 23.15 horas. Cuando los viajeros estaban ya en la puerta de embarque dispuestos a subir recibieron el aviso de que se había cancelado por, según explicaron algunos de los testimonios, «problemas técnicos». Otros viajeros apuntaron a que, debido a las obras de mejora del aeropuerto de Eivissa que implican el cierre nocturno de la pista, a Vueling no le dio tiempo a desembarcar y embarcar a la gente para volar a Barcelona. «Suelo viajar con Vueling porque es la que más conexiones tiene con Barcelona y prácticamente no te queda más remedio; siempre suelen tener retrasos de entre una y tres horas en los vuelos nocturnos, pero lo de ayer [por el domingo] fue un verdadero caos. Hubo gente presentando reclamaciones hasta las tres de la mañana», explicó Carlos, un viajero habitual de Vueling que trabaja y reside en Eivissa.
Según este testimonio, la situación fue tan «rocambolesca» que la compañía «obligaba a quien se tenía que quedar en Eivissa y no tenía casa a compartir habitación de hotel aunque fueran dos personas desconocidas». A esto hay que sumar que únicamente había una trabajadora en la oficina de ventas de Vueling, que se vio «desbordada, por lo que empleados de Iberia fueron a echarle una mano», relató Carlos. «Hasta el mismo personal de tierra sabe lo que hay y recomendaban a la gente que quien tuviera más urgencia buscara nuevos billetes por la web y reclamara luego, pero claro eso implica pagar un billete de un día para otro con el coste que eso conlleva», concluyó indignado este viajero habitual de la ruta Eivissa-Barcelona.