Exponer públicamente y trans- mitir sentimientos cuesta mucho, por eso, en el IES Sa Blanca Dona se han dedicado a tra- bajar estas capacidades, con los alumnos de 3º ESO, en dos talleres, uno que se desarrolló durante el pasado cuatrimestre dedicado al Teatro y otro que se lleva impartiendo durante todo este curso de Oratoria. Con ellos, pretenden que los alumnos ganen confianza en sí mismos y aprendan a superar el pánico escénico que puede producir el encontrarte frente a un público numeroso. Honorat Trenco, profesor del taller de Teatro, explicaba cómo había repercutido en los adolescentes: «Les ayuda a expresarse, a trabajar en pareja y en pequeños grupos, a entenderse, apoyarse y no machacarse. Así entienden el concepto de equipo y que todos influyen en el trabajo del resto.Y como son actividades presenciales, les enseñan a estar atentos siempre porque son una cadena, sino están pendientes los unos de los otros se pierden». Además el teatro les ayuda a desarrollar su creatividad, al ser ésta una de las armas fundamentales de este arte, «les enseñas el camino para crear y encontrar maneras de contar historias por medio del cuerpo, acciones, movimientos, palabras… de ahí van surgiendo muchas otras alternativas. Al darles metodologías creativas ellos exploran también su propia creatividad y aportan otras técnicas». De ahí que Honorat reconociera la notable evolución desde que comenzaron hasta el final del trimestre, cuando ya fueron cogiendo tablas y adquirieron recursos para expresarse.
También una rápida evolución notó Beatriz Pérez, profesora del taller de Oratoria, con las clases con las que ha trabajado la expresión oral, la exposición pública y el discurso. «Lo suelen coger rápido, aunque a algunos les cuenta más porque tienen vergüenza de exponer públicamente. Transmitir sentimientos cuesta mucho, pero se nota la evolución desde el principio hasta el final, cuando son capaces de interpretar su propio texto, de hecho, algunos lo hacen muy bien», explicaba.
Y es que, no se trata de crear, sino de trabaja textos ya escritos, que les gustan y que ellos mismos eligen, ya que solamente se imparte una hora a la semana y no disponen de mucho tiempo. A partir de ahí, comienza una parte también creativa de darle vida, cuerpo y entonación a los textos. «El objetivo es que sean capaces de reproducir textos que no sean planos, trabajando también alguna técnica anti pánico a la exposición pública, el movimiento de las manos, la expresión corporal… todo lo que pueda ayudar».
Técnicas y rutina
Este aprendizaje consiste, además, en asumir técnicas que puedan incorporarlas de a su vida académica, también a su carrera profesional y a su vida en general, «porque la oralidad no se suele trabajar y es una competencia muy importante», recalcaba Beatriz. Lo más importante es aprender a vocalizar bien, después aprenden a proyectar la voz, más tarde se introducen otras técnicas como la expresión corporal… aunque a la hora de transmitir sentimientos todo se hace mucho más cuesta arriba.
Lo principal entonces es romper la vergüenza, pero es difícil y algu- nos no lo consiguen. «Al final, todo forma parte de un proceso en el que comienzan hablando unos con otros, después se graban para ver sus fallos y poder autocorregirse y aprender… pero cuando toca un gran grupo se hacen pequeñitos». Por eso, es importante el hecho de no sentirse juzgados lo cual se trabaja por medio de un proceso en el que primero leen todos el mismo proyecto, después salen a exponer enfrente de todos y luego escuchan las buenas y malas críticas de sus compañeros para saber lo que tienen que mejorar y en lo que hay que incidir.
«Eso sí que lo hacen bien, captan muy bien la diferencia de cuando un texto tiene movimiento y cuando es plano. Otra cosa es que luego sean capaces de interiorizarlo y corregirlo».
Pero al final, es un aprendizaje que va más allá del ámbito lectivo, porque en el día a día enfrentamos muchas situaciones en las que hay que expresarse ante los demás. «Es una función casi teatral, porque al fin y al cabo la exposición pública se hace delante de un público, cuando recitas un discurso, cuando presentas un trabajo oral, cuando estás en una tienda con un cliente… todo se reduce a la oratoria», concluyó.