«No se trata de una cuestión de color político. Aquí (Cala Carbó) estamos abandonados desde hace años pero lo que ha hecho el Ayuntamiento con la subasta es un auténtico desastre», asegura Toni Torres, responsable de El Balneario, uno de los dos restaurantes ubicados en Cala Carbó.
La temporada se echa encima y los dos negocios de esta playa de Sant Josep están «a la expectativa. El jueves pasado vino una responsable de playas y nos dijo que retirásemos unas hamacas que quedaban en la playa, pero no tenemos ninguna noticia» del nuevo concesionario de hamacas, el empresario canario Mahy Marrero.
«El Ayuntamiento sabía lo que podía pasar y ha acabado pasando. Esta playa, como Cala d'Hort y otras tantas, no son urbanas. Aquí se tenía que haber valorado otras cosas más allá de la puja económica», indicó al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA Torres, quien añadió que son ellos los que recogen la basura, ponen los baños y duchas a los usuarios, y se encargan de atender a los bañistas si sufren algún accidente.
Sorpresa
Añadió que a estas alturas del año la playa ya estaba limpia y arreglada para atender a unos usuarios «que son como de la familia. Aquí la gente viene año tras año desde hace 25 temporadas. Son gente muy fiel que viene a Cala Carbó porque tienen mucha confianza en lo que ofrecemos en los restaurantes y en el trabajo que ha hecho durante décadas Josep Prats, conocido como Pep el de Cala Carbó».
«Cuando nos enteramos de lo que había pasado nos llevamos un disgusto y ahora vivimos en la incertidumbre porque no sabemos cuándo vendrá Marrero, si viene, o qué pasará con el servicio de hamacas y lo que ello conlleva», argumentó Torres.
Además, indicó que ellos no se han planteado concursar al servicio de hamacas porque una de las condiciones es la experiencia acreditada. «Ahora vemos que parece que eso tampoco era una condición necesaria», indicó.
Respecto a la subasta en sí, Toni Torres argumentó que el Ayuntamiento «ha ido a por el máximo de dinero. Hasta ahí puede estar justificado y ser positivo para el pueblo pero había otras cosas que tenía que haber atendido y cuidado». En este sentido, apuntó que la actitud que viene manteniendo el empresario canario Mahy Marrero «es muy rara, sospechosa. Ha renunciado a los lotes de la playa más rentable (3 lotes en Platja d'en Bossa) y mantiene los dos de Cala Carbó, una playa muy pequeña, con más trabajo que beneficio».
El empresario canario procesado por narcotráfico arrebató los dos lotes de Cala Carbó a Josep Prats, el hombre que había dispuesto la playa durante los últimos 40 años.