Cuatro niños con necesidades educativas especiales del colegio público de infantil y primaria de Can Misses, dos con trastorno espectro autista, uno de síndrome de Down y uno con retraso madurativo, se han quedado esta semana sin el refuerzo del auxiliar técnico educativo (ATE) al ser liberado sindicalmente.
El director del colegio público de Can Misses, Joan Amorós, criticó ayer al sindicato CCOO por esta razón: «Estamos disgustados por la forma de actuar del sindicato de CCOO, que ha hecho valer un derecho sin pararse a pensar en el perjuicio enorme que está causando a cuatro alumnos, ha primado el interés del sindicato por encima de los derechos de los niños, que lejos de polémicas, son los que padecen la ausencia de los profesionales».
El centro educativo cuenta con ocho niños con necesidades especiales y dos ATES. Una de ellas comunicó el 29 de abril que era liberada por funciones sindicales, aunque no lo hizo el sindicato. «Nuestra compañera lo comunicó, pero no hubiera estado de más que fuese el sindicato el que se hubiera puesto en contacto con nosotros para explicar las circunstancias en el que se produciría todo el proceso y así nosotros poder comunicar los trastornos que podría ocasionarnos quedarnos sin esta profesional antes de que llegase la sustitución».
Amorós explica que legalmente, la ATE podía haber pasado a ejercer su función sindical desde el dos de mayo, pero se quedó en el centro. «La mala noticia ha llegado esta semana, cuando no podido venir al centro porque ha comenzado a ejercer su nuevo trabajo. Ahora, nos encontramos con cuatro alumnos sin ser atendidos correctamente y esperando una ATE que tardará una semana en llegar». El director se queja, además, de «la tardanza en hacer efectivas las sustituciones por parte de la administración», ya que se trata de trámites muy largos, un periodo no inferior de quince días hasta que se cubre la plaza, y mientras tanto la plaza se queda sin cubrir como lo sucedido en Can Misses.