El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente formalizó ayer el acta de entrega de la planta desaladora de Santa Eulària a la Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental del Govern (Abaqua), que asumirá su explotación, mantenimiento y puesta en marcha.
La potabilizadora, que continuará siendo de titularidad estatal, podrá tratar 4,9 hectómetros cúbicos, especificó en una nota de prensa el Magrama.
Esta infraestructura contribuirá a garantizar el abastecimiento de la población local y el turismo, además de ayudar a reducir la presión sobre los acuíferos de Balears, tal y como indicaron desde Madrid.
El acuerdo fue suscrito ayer por la directora general del Agua del Ministerio, Liana Ardiles, y la directora general de Recursos Hídricos del Govern y vicepresidenta de Abaqua, Joana Garau. No obstante, ambas administraciones ya había firmado a mediados de febrero las actas de reconocimiento, inspección y entrega para la explotación y puesta en servicio de la desaladora. El Govern negó que se tratara del traspaso formal y se escudó en que fueron dos técnicos quienes, «sin estar legitimados para ello», firmaron el acta en nombre de la Agencia Balear del Agua.
La noticia del traspaso vio ayer la luz momentos antes de las 18 de la tarde. Por la mañana, el conseller Vicenç Vidal había eludido pronunciarse sobre la situación de la infraestructura ante los periodistas en su visita a Sa Coma. Tras el comunicado del Ministerio, el Govern se apresuró en aportar su versión con declaraciones del conseller.
Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària, mientras tanto, mostraron su satisfacción por el desbloqueo de la infraestructura, pero según recordó el concejal de Urbanismo, Mariano Juan, «la desaladora no dará una gota de agua hasta que el Govern no haga dos conexiones», una ‘pequeña' con el núcleo urbano de la Villa del Río y con Roca Llisa, y otra de mayor envergadura con el anillo hidráulico que conectará la potabilizadora con los depósitos del resto de la isla.
Sobre este proyecto, cuyo presupuesto asciende a 2,8 millones de euros, el Govern aseguró que ya ha encomendado su redacción y posterior ejecución a la empresa Tragsa, y estima un plazo de 2 meses para la redacción del proyecto y 12 meses para su ejecución.
Para esta conexión, según detalló el Govern en un comunicado, «será necesario realizar una conducción doble de 400 mm de diámetro que permita la conexión con el centro urbano de la localidad, la impulsión para la conexión con la red en alta de Eivissa y ejecutar un grupo de bombeo para dicha impulsión, la acometida eléctrica de la misma y la construcción de una cámara motorizada y automatizada en las inmediaciones del torrente de Sa Llavanera que permitan la integración y correcto funcionamiento de la instalación».
El Ejecutivo autonómico denunció que este proyecto «se tenía que haber hecho durante la construcción de la desaladora, pero durante los últimos cinco años no se ha realizado».
Interconexión
Por su parte, el Ministerio prosigue con sus trabajos para completar a lo largo de este año la ejecución de las arterias generales de la isla. Este proyecto contempla instalar cuatro tramos de conducciones para la distribución pública de agua procedente de las plantas desaladoras de Eivissa, incluida Santa Eulària, bombeos y nuevos depósitos a través de los cinco municipios.
Acerca del anillo de interconexión, el conseller de Medi Ambient avanzó, tras conversaciones con Madrid, que «a partir de junio» estará concluida la arteria que conecta Sant Josep con el sistema de desaladoras de Eivissa y Sant Antoni, por lo que el municipio josepí, el más castigado por el déficit hídrico, comenzará a recibir agua de calidad «a finales» del próximo mes.