La Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento insta al Ayuntamiento de Sant Josep a que haga cumplir la normativa vigente al bar-café-concierto DC-10 que, según señalan, «transgrede las condiciones de su licencia».
Según un escrito al que ha tenido acceso PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, dicha asociación también solicita que el consistorio «adopte las medidas necesarias para paralizar de inmediato las actividades ilegales que se desarrollan en el DC-10».
La denuncia de la patronal balear del ocio nocturno fue presentada con motivo de la fiesta de apertura que arrancó a las 16 horas del lunes en el DC-10.
El escrito aportan los flyers y carteles anunciadores de una fiestas que contaba con 33 Djs diferentes.
A instancias de esta denuncia, la Policía Local de Sant Josep se personó hasta en tres ocasiones en las instalaciones del DC-10 para comprobar y levantar acta de la situación en que se desarrollaba la fiesta.
Según las fuentes consultadas, los agentes habían abierto varias actas. Además, se habría realizado un acta notarial de los hechos.
Café-concierto
El DC-10 dispone actualmente de una licencia de café-concierto que permite un aforo que durante la fiesta se superó ampliamente.
Fuentes municipales señalaron que la empresa propietaria de DC-10 no disponía de ningún permiso especial para superar el horario y aforo que tiene marcados estos tipos de establecimientos.
Desde la patronal balear de establecimientos del ocio recuerdan que este local fue condenado por hechos similares en 2008. La sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Palma de Mallorca contemplaba una sanción de 60.001 euros y el cierre durante un año del establecimiento. En un principio, la sanción impuesta por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Sant Josep ascendía a 300.000 euros.
De hecho, en su escrito, la asociación recoge unas manifestaciones de la concejala de la Policía Local, Paquita Ribas, en las que sostenía que el DC-10 mantiene actualmente las mismas circunstancias legales que hace ocho años, sin que haya logrado ninguna licencia adicional, lo que supone que el aforo permitido continúa siendo el mismo que entonces.
El presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento, Jesús Sánchez, indicó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que el objetivo de la reclamación presentada es que «las administraciones hagan lo que tienen que hacer. La gente debe cumplir con lo estipulado».
Sánchez, quien hizo hincapié en que el Ayuntamiento debe hacer cumplir la ley, añadió que su asociación quiere «contribuir a la normalización de las actividades en Eivissa».
«No todo vale. Ya es hora de que alguien le ponga el cascabel al gato», remarcaron desde la asociación que reclama la incoación de tantos expedientes sancionadores como irregularidades se hayan detectado durante los controles en el DC-10.