La empresa YSM Marinas y Puertos de España SL, que resultó la ganadora del concurso convocado por Autoritat Portuària de Balears (APB) para gestionar los amarres de la dársena de Levante del puerto de Eivissa y el futuro edificio de es Martell, quiere convertir este espacio del puerto de Vila en «un referente dentro de la náutica de recreo en el Mediterráneo. Con ayuda del marco incomparable de Eivissa se pretende convertir la dársena de Levante en el destino preferente de los megayates en competencia directa con Saint Tropez, Mónaco o Porto Cervo». Así se extrae del proyecto que presentó la empresa al concurso y que se publicó ayer en el BOE para iniciar así el periodo de exposición pública. Las administraciones, entidades y particulares podrán presentar sus alegaciones en un plazo de 20 días hábiles desde ayer, según se extrae del documento. Tras esto, la empresa presentará el proyecto definitivo.
En el proyecto con el que la empresa ganó el concurso se presenta una idea de edificio diferente al que se acordó entre Vila y la APB. La razón se encuentra en que el concurso de la dársena de Levante y las bases son de 2014, antes de toda la polémica sobre cómo debía ser el futuro edificio de servicios de es Martell y sus usos. Finalmente, APB y Vila acordaron que no habrá usos comerciales en este edificio y que tendrá la plaza pública integrada en la parte de arriba, por lo que la APB construirá el edificio y la empresa YSM Marinas y Puertos deberá adaptarse en su proyecto definitivo a lo acordado previamente entre APB y Vila. Por tanto, no habrá usos comerciales en el edificio, que tendrá una plaza pública integrada tal y como habían acordardo Vila y APB.
El proyecto inicial con el que la empresa YSM Marina y Puertos de España ganó el concurso contempla que este espacio portuario, ubicado entre es Martell y el muro, albergará un total de 16 amarres con una eslora mínima de 60 metros.
Los amarres
En este sentido, se prevén dos amarres de 120 metros de eslora por 20 de manga, otros cinco puestos de atraque de 80 metros de eslora por 17 metros de manga y nueve de 65 metros de eslora por 15 de manga. En total, 20.375 metros cuadrados de superficie de amarre. «La solución adoptada es la que mejor aprovecha el espacio, garantizando así la seguridad, el correcto servicio y facilitando las maniobras», se asegura en el documento. En el proyecto se aporta un estudio de mercado en el que se apunta la creciente demanda de amarres de gran eslora en el Mediterráneo: «La dársena de Levante se debe diseñar para captar parte de este mercado». Esta zona portuaria, según apunta la empresa, tiene un «radio de acción que abarca todo el Mediterráneo» y aseguran que, según la Mediterranean Yacht Broker Association, hay 767 embarcaciones de gran eslora que tienen base en el Mediterráneo.
El proyecto contempla, además, la creación de un punto verde de recogida de residuos solidos generados, dotación de energía eléctrica a las embarcaciones, la creación de cuatro pantalanes auxiliares de 30 metros y dos de 15 metros. También se contempla la instalación de cinco puntos de recarga dentro de la concesión «que podrían llegar a dar servicio hasta 70 vehículos».