La conselleria de Mobilitat ha contratado los servicios de una empresa especializada para escanear, mediante tecnología de georradar, la carretera de Santa Eulària, con el fin de detectar posibles restos arqueológicos antes de licitar la obra del desdoblamiento de Ca na Negreta.
Los trabajos, ya iniciados, se prolongarán durante dos semanas y podrían sacar a la luz yacimientos como los hallados en la carreteras de Jesús o Sant Joan. Los expertos contratados por el Consell, tal y como explicó la consellera Pepa Marí, «están pasando el georradar sobre los terrenos públicos» situados a la altura de Eiviss Garden, en los márgenes de la carretera de Santa Eulària a su salida de Vila. La máquina que emplean realiza un escáner del subsuelo con el fin de identificar las zonas donde pueda haber restos arqueológicos antes del inicio de las obras, previstas para los primeros meses de 2017. Esta exploración previa puede servir para modificar el proyecto antes de su licitación, si finalmente se encuentran yacimientos del pasado, extremo más que probable dado que el Pla de Vila es una zona de gran riqueza agrícola y muy poblada en el pasado, dada su cercanía al puerto y a la ciudad vieja.
En paralelo, una arqueóloga está planificando una serie de catas arqueológicas «que se harán en cuanto se pueda», indicó la consellera de Mobilitat, ya que ambos trabajos deben hacerse «de manera coordinada» para, en el caso de hallar restos, «tenerlo todo previsto antes de licitar las obras». El siguiente paso, según indicó Marí, será realizar estos mismos trabajos de escaneo mediante georradar en los terrenos que aún deben ser expropiados a particulares.
Con estas prospecciones, la conselleria intenta evitar complicaciones como las padecidas por vecinos y comerciantes durante las obras de la travesía de Jesús, que se han prolongado más de seis meses en lugar de los 45 días previstos inicialmente por el hallazgo de restos arqueológicos.