Luis Alberto Segura es el cantante de la formación musical mallorquina L.A. Un grupo que tanto por su nombre como por los títulos de sus canciones o su sonido, difícilmente induce a ubicar su origen en Mallorca, sino que todo ello apunta mucho más a Estados Unidos, tal y como reconoce el propio Segura. Esta noche inaugurará en Eivissa el ciclo de conciertos acústicos Dorado Live Shows en Santos Ibiza. En él seguirá promocionando From the City to the Ocean Side, el último disco de L.A.
—L.A. podría pasar por una banda americana.
—(Risas). Supongo que por la pronunciación o, no sé. Pero bueno, creo que cada vez hay más bandas que cuidan mucho eso, aunque sigue habiendo muchas bandas que cantan en inglés y se nota mucho que no son americanas. Pero cada vez se cuida más eso.
—Sin embargo, los americanos identifican algo distinto en su acento, ¿no es así?
—Notan algo diferente, no porque estemos impostando algo. Tenemos un punto que nosotros no vemos, pero que es como Mediterráneo e incluso flamenco, dicen. En la cadencia de las melodías y el tipo de guitarra, ahí es donde nos dicen que notan ese punto. Luego cuando les decimos que venimos de España, de Mallorca, es cuando lo identifican. Con los años y cuanto más tocamos, el sonido está más cuidado.
—¿En qué momento se vio seducido por el sonido más americano?
—A mi esto me viene desde pequeño, desde que nací prácticamente. En casa siempre escuchábamos música en inglés, tanto americana como inglesa y yo crecí escuchando eso. Cuando empecé a comprar y escuchar mi propia música, no los discos de mis padres, todo venía de Seattle, todo eran bandas americanas y ya me quedé ahí, escuchando la música que venía de Estados Unidos. Siempre quise sonar como las bandas que escuchaba y grabar donde ellas.
—¿Cuáles serían sus tres grandes influencias si habláramos de bandas americanas?
—Yo, más que de influencias, hablaría de bandas que han hecho que yo esté ahora aquí y que hicieron, durante épocas muy distintas, que yo siguiera siendo fan de la música. Los primeros fueron los Beatles, en mi adolescencia yo diría que Pearl Jam y actualmente serían muchísimas bandas porque es ahora cuando más música estoy escuchando. Quizás nombraría a The Black Keys, The White Stripes o Radiohead.
—De vuestras melodías se dice que destacan por llamativas y diferentes. ¿De dónde salen?
—Pues precisamente de ahí. Sobre todo de los Beatles. Yo empecé a escuchar música de la banda que más importancia le daba a la canción. Son composiciones donde la melodía y la canción en sí son lo más importante al margen de todo lo demás. Por eso han perdurado y perduran a lo largo del tiempo y la gente las tararea como si fueran de ayer.
—¿Cómo será el concierto de esta noche?
—El de Eivissa va a ser un concierto muy especial y diferente. Estaré yo solo con la guitarra, presentando el disco, como siempre, pero yo solo. Para mí lo más importante es que las canciones lleguen, que podamos seguir tocando y que la gente se lo siga pasando bien.
—¿Cómo es un concierto en acústico para un cantante de un grupo como L.A.?
—Son conciertos diferentes. Cuando vamos juntos podríamos decir que seguimos una pauta más ordenada, donde sabemos qué va en cada momento y tenemos unos tiempos marcados. Cuando voy yo solo voy observando al público, lo que gusta y lo que no y en función de eso voy decidiendo lo que ofrezco, cambio el ritmo o la melodía. Estoy yo solo y me gusta eso de hacer lo que quiera. También es como yo empecé. Es un formato en el que estoy cómodo y voy decidiendo sobre la marcha.
—¿Nos puede adelantar algo de esta noche?
—Habrá libertad total, voy tratar de llevar a cabo una velada muy agradable, ofreciendo las canciones nuevas y versiones en una noche que será especial.
—¿Qué relación tiene con Eivissa?
—Poca, ahora tengo a las islas abandonadas, pese a lo mucho que me gusta e inspira la soledad de las islas en invierno.