Once detenidos, seis hombres y cinco mujeres. Cerca de 300 gramos de heroína, más de 300 gramos de cocaína, más de 200 de hachís, éxtasis y otras sustancias todavía por analizar intervenidas. Diversas catanas, navajas de todos los tamaños, armas de fuego simuladas y una escopeta de aire comprimido incautadas. En los ocho registros domiciliarios también se intervinieron 22.000 euros en efectivo. Es el balance del macro golpe policial que desarticuló ayer una organización que controlaba el supermercado de la droga en sa Penya.
Dos meses después de la operación desalojo de sa Penya, un operativo policial golpeó ayer el foco de venta de droga que permanecía activo en varias viviendas difuminadas entre el laberinto de calles.
El dispositivo desarrollado por la Policía Nacional movilizó a medio centenar de agentes y dos perros antidroga. Los tentáculos del dispositivo también alcanzaron dos viviendas localizadas en Vía Púnica y en Cas Serres.
La operación se activó en torno a las 5 de la mañana. Los agentes tomaban posiciones en diferentes accesos de la calle Vista Alegre antes de llevar a cabo las entradas y registros en los números 11 y 19. Pertrechados con arietes, picos, mazas y escaleras, los agentes irrumpían por sorpresa en las viviendas señaladas previamente por la dirección del operativo bajo la supervisión del juzgado de Instrucción número 1 de Vila.
Junto a los agentes de la Policía Judicial y de la UDYCO de la comisaría de Vila se movilizaron una docena de agentes de la Unidad de Prevención-Reacción (UPR) y dos agentes guía de la unidad canina con dos perros antidroga llegados desde Palma. Durante seis horas tomaron el centro neurálgico de sa Penya.
Historial delictivo
A medida que se iban registrando los domicilios, los agentes iban trasladando parte de los detenidos hasta la dependencias policiales. Los arrestados son seis hombres de entre 22 y 65 años, y cinco mujeres de entre 21 y 52 años. La mayoría tienen numerosos antecedentes penales. Entre las detenidas figura ‘La Paca', una de las posibles responsables de la organización junto a su marido.
Casa a casa, los agentes fueron cobrándose piezas. Los bomberos colaboraron en la apertura de algunas viviendas. En otras, los obstáculos fueron mayúsculos, ya que estaban provistas con puertas blindadas en su interior.
A medida que avanzaba la mañana y tras el precinto de uno de los puntos de venta o almacén de droga, la atracción se dirigía hacia otro enclave de la manzana. El operativo y la comisión judicial se desplazaba y con ellos una grupo de vecinos que seguían minuto a minuto los movimientos en el barrio.
Poco antes del mediodía, los agentes se llevaban a los dos últimos detenidos y dejaban tras de sí seis casas precintadas, seis puntos de venta de droga sellados ayer.
El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quien destacó el trabajo desarrollado por la policía y la colaboración entre cuerpos, subrayó la «profesinalidad de la Policía Nacional que está llevando a cabo un buen trabajo en nuestra ciudad. Colaboraremos y trabajaremos de la mano para que sa Penya, un barrio histórico, esté en perfectas condiciones. Hay mucho trabajo por hacer pero tenemos los objetivos claros y esperamos ir avanzando poco a poco», puntualizó Ruiz.