La operación de la Policía Nacional que ha supuesto la desarticulación de una organización que controlaba el tráfico de drogas en sa Penya tuvo una destacada ramificación en Cas Serres. Una de las viviendas registradas fue la del presidente de la asociación de vecinos del barrio, Blas Torres, quien fue uno de los 13 detenidos en el marco de la operación. Su vivienda no era un punto cualquiera de la organización, era el lugar donde se guardaba el botín: una cantidad que rondaría los 60.000 euros.
Entre los 13 detenidos también se encuentran su hija y la pareja de ésta, confirmaron fuentes de la investigación.
El registro de su vivienda fue uno de los más exhaustivos ya que las investigaciones apuntaban que allí era donde la banda guardaba el grueso de los beneficios obtenidos por la venta de drogas.
Según ha podido conocer PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, durante los registros practicados el miércoles los agentes de la Policía Judicial encontraron el habitáculo donde la banda tenía guardado una importante suma de dinero en efectivo que ascendía a más de 50.000 euros en efectivo. La suma total de dinero intervenido en diferentes viviendas de la organización superaría así los 80.000 euros.
Ante el juez
Blas Torres, su hija y la pareja de la joven fueron detenidos y trasladados a las dependencias policiales junto al resto de detenidos. El jueves por la mañana pasaron a disposición judicial para responder ante la juez encargada del caso.
Los arrestados fueron trasladados en dos furgones policiales junto al material incautado en el transcurso del operativo antidroga.
El representante vecinal fue de uno de los seis implicados para los que la juez decretó libertad provisional con medidas cautelares. Entre los arrestos también figura ‘La Paca', «una histórica» de sa Penya, apuntaron fuentes de la investigación.
La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Vila, María Luisa Bustillo Gandarillas, dictó un auto de prisión para cinco de los 13 detenidos, dos de ellos eludible bajo fianza de 15.000 euros. Para los otros seis decretó libertad provisional con la obligación de comparecer periódicamente ante la justicia. Los dos últimos detenidos fueron puestos en libertad previamente por la Policía Nacional.
Los detenidos están acusados de un delito contra la salud pública.
En el marco de esta macro operación policial contra el tráfico de drogas en sa Penya, los agentes intervinieron cerca de 300 gramos de heroína, más de 300 gramos de cocaína, más de 200 de hachís, éxtasis y otras sustancias que están pendientes de ser analizadas.
Durante la decena de registros domiciliarios también se intervinieron catanas, navajas, armas de fuego simuladas y una escopeta de aire comprimido, así como 22.000 euros en metálico.
El dispositivo policial ha dado por desarticulado un entramado organizado para la venta de drogas en el entorno de sa Penya.