El primer fin de semana de julio deparó ayer una jornada de mucho movimiento de turistas y sabor agridulce entre el comercio. La cara positiva la presentaban las terrazas y restaurantes con sus mesas llenas de personal. La cruz, las tiendas que «prácticamente» no notaron ni «el empuje de las rebajas».
«Hay mucho movimiento de personas pero sólo gastan en comer y beber», señaló Jazmine, dependienta de un establecimiento de moda de la zona del puerto.
Irene Casares, del Café Madagascar, apuntó que la «situación no es muy boyante» y confía en que se anime mucho más en los próximos días.
Mientras las cafeterías, terrazas, restaurantes y hoteles notaban «significativamente» el arranque de julio, los responsables de las tiendas de moda o complementos no estaban igual de satisfechos.
«Hay mucha gente, muchos entran, pero la mayoría no compra ni con la llegada de las rebajas», señaló la encargada de un establecimiento de moda.