La ciudad de Eivissa rindió ayer un merecido homenaje a la Cruz Roja de Eivissa y al exjugador profesional de baloncesto Paco Vázquez durante la celebración de la entrega de las Medallas de Oro de la Ciudad, celebrada en el baluarte de Sant Pere, en Dalt Vila. El Ayuntamiento de Vila premió con su galardón más preciado a una institución centenaria en la isla y a uno de los deportistas más prestigiosos que ha dado la ciudad.
Al acto asistieron numerosas autoridades y miembros de la política insular y balear, como la presidenta del Govern, Francina Armengol. Alrededor de 150 personas arroparon a los premiados a lo largo de un acto sencillo y riguroso que apenas se prolongó más allá de media hora, antes de que buena parte del público se desplazara un puñado de metros hasta el Parque Reina Sofía para disfrutar del concierto de Duncan Dhu.
Para Rafa Ruiz, alcalde de Vila, las medallas de este año reconocen «un proyecto colectivo y una carrera personal, ambas impecables y admirables». Según relató en su discurso, la Cruz Roja de Vila «siempre ha estado al pie del cañón, con un trabajo muchas veces silencioso, pero que se hace cada día, cada noche, junto a los más desfavorecidos». Por otra parte, Paco Vázquez, para muchos el mejor deportista de Eivissa, es para el primer edil de Vila «un jugador que ha estado en la elite del deporte nacional e internacional sin descuidar nunca el deporte base de Eivissa, donde le encontramos siempre que le pedimos colaboración».
El propio Ruiz narró para los asistentes la historia de ambos galardonados, que anoche recibieron un reconocimiento «más que merecido por parte de la ciudad que los vio nacer», puntualizó el socialista.
La Cruz Roja dio los primeros pasos en Eivissa en la fonda de Sebastià Roig, situada en el muelle de Vila, que luego se convertiría en el Hostal la Marina. De la trayectoria de la Cruz Roja destaca muy especialmente, según Ruiz, «su capacidad para ir adaptándose, para dar respuesta a las demandas de la sociedad, para entender en cada momento a los que menos tienen y encontrar cómo llegar a ellos, cómo darles apoyo». Comenzó en Eivissa «llamando a la puerta de los que más tenían para pedirles aportaciones desinteresadas», prosiguió Ruiz. Ayudó a afectados por naufragios, a personas sin recursos, organizó colectas y como era habitual en ese momento, después daba las gracias públicamente informando de las donaciones que había conseguido.
Ruiz recordó que esta medalla «es de muchos héroes anónimos que a lo largo de más de cien años han querido contribuir a mejorar la calidad de vida de los que no tuvieron la suerte de nacer con la vida resuelta».
Ruiz, que finalmente agradeció el trato «fluido, constante, imprescindible» de Cruz Roja con la administración que encabeza, entregó la medalla de oro al presidente de Cruz Roja en Eivissa, Enrique Climent, quien en un breve alegato agradeció «el apoyo, la confianza, el esfuerzo y la solidaridad de todos y cada uno de vosotros», sin los cuales «no habría sido posible la labor que realiza Cruz Roja». «Esta medalla, que es un poco de todos, nos anima y da fuerzas para seguir estando cada día más cerca de las personas que sufren», señaló.
Paco Vázquez
Rafa Ruiz, como amante del deporte, se deshizo en elogios con Paco Vázquez, un hombre que «siempre te saca una sonrisa» y del que «sólo hay buenas palabras» cuando se habla de él en alguna conversación. El exjugador de equipos como TDK Manresa, Unicaja, Joventut o Bilbao Basket, se formó en el colegio Portal Nou y pronto captó la atención de los principales equipos del Archipiélago hasta que, con 21 años, debutó en la liga ACB con el Bàsquet Manresa. Su palmarés y trayectoria como profesional lo dicen todo: 515 partidos en ACB, 587 triples, considerado el 18º mejor especialista de tiros de tres de la liga española, la segunda más importante del mundo.
El alcalde de Vila se armó de argumentos para justificar el galardón que hizo entrega a Vázquez –frente a críticas surgidas desde el movimiento EPIC–. «Vázquez es una persona que, habiendo llegado a lo más alto de su carrera, no sólo no olvida sus orígenes sino que se esfuerza por compartir su éxito, para formar futuras generaciones y no sólo en la práctica deportiva concreta sino también en unos valores de compañerismo, respeto, tolerancia, deportividad y esfuerzo», subrayó Ruiz, quien recordó el compromiso del exjugador con el deporte base a través de su prestigio campus veraniego.
El galardonado, que se emocionó al recordar a su familia, tuvo palabras de agradecimiento con el veterano técnico Toni Roig y con Tasio Álvarez, «la persona que dinamizó la actividad deportiva en un colegio pequeñito, Portal Nou. Gracias por meterme este veneno llamado baloncesto», concluyó.