Falta de información. Este es el principal comentario que tienen algunos de los bañistas de la playa de Santa Eulària, que el año pasado fue galardonado con el distintivo de primera playa sin humo de Balears.
Victoria García, residente en Madrid, es una de las bañistas que descansa tumbada en la arena mientras fuma un cigarro. Sin dejar de lado el paquete de tabaco, se sincera y señala que sus amigos de la isla le comentaron que «no se podía fumar», pero al no ver información no dudó en encenderse un cigarro. Un caso que también le ocurrió a su hermana Maribel García, residente en Madrid, quien equipada con un cenicero de plástico disfrutó de sol y playa.
Con cigarro en la boca, Carlo Grosso, de Italia, afirma no haber visto señales que prohíban fumar. Sorprendido ante el hecho de que en la playa de la Villa del Río no está permitido fumar, no dudó en indicar que como sitio al aire libre que es no se debería prohibir.
No sólo los bañistas exigen más información, también parte de los restauradores de la zona. Tanto Linda Jee, encargada del restaurante Es Puet, como Silvia Altini, propietario del local Lola Bistro, aseguran que esta medida está bien pero los turistas tendrían que tener más información al respecto. La «concienciación» es un tema del que para María Teresa Marco, propietaria del restaurante Atenea, es la «base fundamental» para evitar que nadie tenga que imponer las cosas. En este sentido, aseguran que clientes que acuden a sus locales se quejan de que hay colillas en la arena.
Control
La concejal de Platges del Ayuntamiento de Santa Eulària, Antonia Picó, anunció que tienen constancia de que hay bañistas que siguen fumando en la playa del municipio, pero indicó que «no tomarán medidas sancionadoras» ya que lo principal es que los turistas se conciencien. A lo largo de este mes de agosto, el Ayuntamiento contará con una serie de estudiantes de Turismo para repartir folletos que informen a los turistas y residentes que estén en la playa que no se puede fumar. «Lo importantes es concienciar e informar que no se puede fumar y tirar colillas a la arena», explicó Antonia Picó.
Las playas han pasado de ser sistemas naturales de alto valor patrimonial a plazas urbanas de arena sucia al borde de un mar lleno de basura. Menuda mierda.