Los fondeos de las embarcaciones sobre la posidonia en la costa de Eivissa y Formentera es una «realidad», cuyas consecuencias son graves, llegando incluso a alterar el equilibrio químico y biológico, y dañar el fondo marino de manera permanente.
John Aimer y María José Estarellas, voluntarios de Cruz Roja, armados con dos kayaks, folletos de información en mano sobre la posidonia y con entusiasmo para concienciar a las personas de la importancia de cuidar el medioambiente no han dudado en invertir su tiempo con un firme objetivo: evitar los fondeos en zonas protegidas y contribuir a la conservación de la biodiversidad recogiendo residuos de la platja de Porroig.
En estas acciones desarrolladas por Cruz Roja, en colaboración con la asociación ecologista GEN-GOB, participan 23 voluntarios repartidos en diferentes puntos del litoral de Eivissa. En Porroig, desde las 17.30 horas, tanto John Aimer como María José Estarellas se ponen manos a la obra en la limpieza del entorno a través de la recogida de residuos en la playa del litoral de Sant Josep. Aun recogiendo los residuos del entorno, Estarellas recuerda satisfecha que tras las sucesivas limpiezas pueden hablar de «gramos» de basura y no tanto de «kilos», como ocurría cuando empezaron las acciones hace unos días.
Tras la limpieza de los residuos que frecuentan en esta playa de la costa josepina, los dos voluntarios de Cruz Roja zarpan cada día a bordo de un kayak con el propósito de informar a los patrones de las embarcaciones la importancia de conservar la biodiversidad del litoral de las Pitiüses. El trayecto marítimo que realizan en la platja de Porroig no es otro que hacer un «semicírculo» por la zona, donde una vez apostados sobre una embarcación los voluntarios se sumergen para revisar, aparte de hablar con los patrones de los barcos sobre la problemática, la situación del ancla en el fondo del mar de cara a ver si ha afectado a la posidonia.
La platja de Porroig es uno de los puntos que tiene un alto valor biológico con unas praderas de posidonia fantásticas, pero soporta una gran carga de embarcaciones todos los días. Tras un vistazo de 180 grados, Pablo Díez, responsable de Socorrismo, Emergencia y Medioambiente de Cruz Roja, calcula hasta «80 embarcaciones» de varias dimensiones, algunas incumpliendo la normativa de no fondear sobre posidonia.
Concienciación
Tanto los voluntarios de Cruz Roja como Pablo Díez destacan desde la zona que, en general, la respuesta de las personas es positiva y suelen movilizarse. Aun así hay otros, según Pablo Díez, que a pesar de las reiteradas advertencias no hacen caso y anteponen el interés individual por encima del colectivo. «Ante esto los voluntarios no podemos hacer nada. Nos damos la vuelta y volveremos otro día», sentencia el propio Díez. La problemática de los fondeos sobre posidonia se debe, comenta Estarellas, a un gran «desconocimiento» por parte de los capitanes y propietarios de barcos. «No saben qué es la posidonia, y con estos folletos se lo podemos explicar», recuerda Estarellas.
Desde la puesta en marcha de estas acciones, tanto los voluntarios como el propio Díez anuncian satisfechos que se está consiguiendo el objetivo para que las personas tengan conocimiento de la importancia de cuidar la posidonia y saber dónde se puede fondear, así como reducir las consecuencias. Además, Díez destaca la importancia de que cuidar el medioambiente es cuidar las personas. «Si el medio ambiente está feliz, las personas también lo estaremos, si no será mucho peor para la calidad de vida de las personas», concluye Pablo Díez.
LA NOTA
Puntos de alto valor biológico y de gran presión de barcos
Este proyecto desarrollado por Cruz Roja y la asociación ecologista GEN-GOB interviene en varios puntos del litoral de las Pitiüses.
Los espacios de Eivissa donde se lleva a cabo esta iniciativa de concienciación e información sobre la posidonia y fondeos de las embarcaciones es en la platja de Talamanca, Porroig, Cala Jondal, Pou des Lleó, y en Formentera se sitúa en Cala Saona y Es Pujols.
Todos estos espacios del litoral de las Pitiüses han sido recomendados por la asociación ecologista GEN-GOB como puntos de alto valor biológico y que soportan una gran presión en cuanto al número de embarcaciones.