Los padres de alumnos con problemas de audición en Eivissa están preocupados por el desarrollo del curso que empieza el lunes ya que este año no tendrán el apoyo de personal que conozca el lenguaje de signos con lo que sus hijos se verán incapacitados para seguir las clases con normalidad, afectando a su rendimiento académico.
Es el caso de Diego, con dificultades de audición, que después de haber tenido desde que empezó el colegio en el Poeta Villangómez el apoyo de una Auxiliar Técnico Educativo (ATE) con conocimiento de lenguaje de signos, este año se verá privado de sus servicios. Su madre, María Dolores Penín, asegura que a Diego no le será posible seguir las clases y solicita a la Conselleria d´Educació que solucione el problema antes de que su hijo, con muy buenos resultados académicos, se vea en inferioridad de condiciones respecto a sus compañeros.
En la misma situación está Adam Aguado que cursará este año 3º de ESO y que ha contado desde que empezó en el colegio con el apoyo de un ATE que les ofrecía este servicio en el instituto Santa Maria. Este año, ante su sorpresa, ya no tendrá esa ayuda. Su madre, Encarni Laredo, asegura que su hijo de 15 años «es un buen estudiante, pero necesita algunas ayudas para poder seguir las clases como cualquier otro».
Al finalizar el curso pasado, la Conselleria d´Educació les informó de que este servicio se suprimiría. El asunto, según la dirección del colegio Poeta Villangómez, es que los ATEs estaban desarrollando labores de interpretación porque disponían de estos conocimientos, aunque no formara parte de sus obligaciones como auxiliares. Los ATEs que vienen desarrollando esta función voluntariamente aseguran que lo han hecho «porque no hay ningún profesional docente con esta formación» y argumentan que los intérpretes son los únicos capaces de eliminar la barrera de comunicación que tienen estos alumnos, reclamando la incorporación inmediata de personal docente que pueda ayudar a los alumnos en esta tarea en los centros educativos.
Por su parte, el director general de Innovació i Comunitat Educativa, Jaume Ribas, asegura que los centros educativos ya disponen de profesionales de Audición y Lenguaje (AL) que apoyan a estos alumnos «y que en su mayoría tienen algunos conocimientos de lenguaje de signos» y, además, cuentan con el apoyo de una Unidad Volante (UVAI) que a través de la Asociación ASPAS ofrece atención integral a las personas con discapacidad auditiva y a sus familias, dan apoyo a los centros que lo soliciten «con muy buenos resultados hasta el momento». Ribas argumenta que se quiere contribuir a la autonomía de estos alumnos «porque se van a encontrar que cuando salgan a la Universidad o se incorporen al mercado de trabajo no van a tener estos apoyos y, si perpetuamos esta situación, estamos generando dependencia». Por lo tanto, asegura el director general, el equipo educativo del centro tiene que adaptar sus recursos para ayudar a estos alumnos.
LA NOTA
«Los harán menos competentes»
Los padres y los especialistas en el lenguaje de signos ya enviaron una comunicación a la Conselleria en la que explican el error en el que incurre la misma pensando que así ayudan a la autonomía personal.
«Solo los privarán de información y aprendizaje y los harán menos competentes», argumentan en el escrito.