Un millón de euros es el cálculo que hace la Conselleria de Serveis Socials del Govern que supondrá económicamente paliar las carencias de personal de la residencia de Sa Serra de Sant Antoni ya que se contempla la contratación de, al menos, unas doce personas en los colectivos que tienen una atención directa con los residentes, como trabajadores sociosanitarios, enfermeros y personal de limpieza.
El coste aproximado del traspaso será de unos tres millones de euros, de los que un millón serán para esta inversión y 1,7 millones de euros es lo que tiene ahora contratado con la empresa que gestiona la residencia. «El coste del incremento de personal, unas mejoras de construcción y temas informáticos es de un millón de euros más de lo que ahora se está pagando», dijo ayer la consellera de Serveis Socials del Govern, Fina Santiago. La consellera explicó que «se está preparando la estructura y centrando los esfuerzos para que el 1 de diciembre podamos asumir como gestión pública Sa Serra», dijo. Una decisión que se adopta tras decidir no renovar el contrato a la empresa que gestiona la residencia, Novaedat, y las quejas de familiares.
Santiago recordó que la empresa cumplía el contrato, «pero cuando la gestión es pública se eleva las ratios de profesional por usuario, eso nos pasa en la residencia de Can Raspalls y sucederá en Sa Serra». El Govern, que está cerrando la plantilla de la residencia de Sant Antoni, calcula que de trabajadores sociosanitarios se pasará de una plantillla actual de 28 a 38, diez personas más. En el caso de enfermería se pasará de seis a ocho y de limpieza también habrá un incremento. «Estamos acabando de cerrarlo pero sí habrá un aumento en el colectivo de trabajadores que tienen una atención más directa», explicó Santiago. En cambio, en colectivos como trabajadores sociales y psicólogos se mantendrá los mismos números.
Santiago explicó que en la inversión de un millón de euros, «se compensan otras cosas, como las 20 plazas de centro de día que ahora no son públicas y que ahora recuperaremos». Añadió, además, que a medida de que tengan bajas en las 20 plazas privadas de residencia «se incorporarán al servicio público para dependencia». La residencia de Sa Serra cuenta con 90 plazas residenciales de las que 20 son privadas y otras 20 del centro de día. Las plazas privadas son las que se incorporarán progresivamente a la red de dependencia. Respecto a Can Raspalls, el Govern calcula que las doce plazas para discapacitados físicos estarán disponibles a partir de enero del año que viene.