No pudo ser. Pocos minutos antes del mediodía de ayer, la expectación en la UIB era máxima. Uno de los grupos candidatos al Premio Nobel de Física era el formado por los norteamericanos Ronald Drever, Kip Thorne y Rainer Weiss, que lideran el proyecto de colaboración científica LIGO para la detección de ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros. No lo ganaron.
La expectación en la UIB tenía una justificación: La universidad balear participa en LIGO a través del Grupo de Relatividad y Gravitación. Con la doctora Alicia Sintes y el doctor Sascha Husa al frente, el grupo de la UIB está totalmente volcado en el análisis de los datos de LIGO, detectando posibles señales gravitacionales. Finalmente, el Nobel de Física fue para los también norteamericanos David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz por sus estudios sobre la materia en el mundo cuántico.
Sascha Husa, tras conocer que el Nobel no había sido para LIGO, declaró a este periódico que «no ganar el premio no ha supuesto ninguna decepción. Ni siquiera es habitual que unos resultados científicos sean candidatos el mismo año de su presentación. Los descubrimientos de LIGO son muy recientes y era poco probable que nos concedieran el premio este año, Al contrario, es una señal muy positiva y esperanzadora para los próximos años o, quién sabe, para 2017. Los premios Nobel suelen concederse a investigaciones que llevan años de recorrido. Hay muchos candidatos y todos son muy buenos».