Las dependencias ubicadas en el sótano de los Juzgados de Ibiza sufrieron ayer, por «enésima vez», los efectos de una tromba de agua. «Cada vez que llueve de forma un poco intensa nos encontramos con una situación que supone un obstáculo para el correcto funcionamiento de los juzgados», señaló el decano Juan Carlos Torres, quien mostró su contrariedad por las deficiencias que sufren las instalaciones de Isidor Macabich.
«Las obras de la nueva sede judicial están en marcha pero, desgraciadamente, todavía sufriremos algún episodio más de este tipo», apuntó, ya que la nueva sede no estará hasta 2020.
El agua se acumula en los sótanos del edificio, donde se encuentran los archivos, los calabozos y la sala de máquinas del edificio. A primera hora de la mañana se tuvo que habilitar una sala de vistas de la tercera planta como calabozos. El sistema informático también sufrió fallos por el agua y el edificio volvió a quedarse sin ascensores, ya que la caja de la planta baja acumula todo el agua caída.
Los trabajadores y usuarios de los juzgados criticaron una situación que se repite cada vez que llueve con un poco de fuerza en Ibiza.
La falta de servicio de los ascensores supone un serio obstáculo para personas con movilidad reducida que tienen que hacer gestiones en las plantas superiores, señalaron las fuentes consultadas.