El escritor, dramaturgo, actor, intelectual poliédrico, maestro de la sátira y Premio Nobel de Literatura 1997, Dario Fo, falleció ayer a los 90 años en Milán, donde hace unos días ingresó por problemas pulmonares. La capilla ardiente será instalada en el Piccolo teatro Strehler de Milán desde hoy viernes a las 12.00 horas hasta la media noche.
Mañana sábado, la capilla ardiente volverá a abrir sus puertas a primera hora de la mañana para permitir a intelectuales, políticos, amantes de la literatura y del teatro darle su despedida, hasta el momento en el que su cuerpo sea trasladado a la plaza milanesa del Duomo, donde tendrá lugar una ceremonia laica.
Italia está de luto hoy por la muerte de una de las figuras más relevantes a nivel mundial de la dramaturgia de las últimas décadas.
Fo, el «juglar» de la literatura italiana y azote satírico de la política y de la religión, deja en herencia un centenar de libros y obras teatrales, como la inolvidable «Mistero Buffo» (1969), uno de sus tesoros más aplaudidos a nivel internacional.
Entre el centenar de obras que deja como legado también hay que añadir, por ejemplo, las obras de teatro «Morte accidentale di un anarchico» (Muerte accidental de un anarquista) o «Non si paga, non si paga!», o el volumen «C'è un re pazzo in Danimarca» (Hay un rey loco en Dinamarca).
Los citados títulos son solo algunos de sus trabajos que sobrevivirán al paso del tiempo, pero tras su muerte Fo deja muchos más y es que, a pesar de su avanzada edad, no dejó nunca de escribir.