La nueva consulta del trastorno de espectro autista (TEA) cuenta ya con una veintena de casos para tratar aunque no será hasta finales de noviembre, el próximo 23 de noviembre, cuando se ponga en marcha en el hospital Can Misses.
Esta consulta responde a una petición de colectivos como el del Síndrome de Asperger y de una necesidad detectada en los propios servicios de salud mental para atender a estos casos, como ha sido en el caso del servicio de salud mental infantil y juvenil que lleva la psiquiatra Magdalena Valverde. «Llevo la consulta de TEA en infanto juvenil y me di cuenta de que muchos de los padres de estos niños que son diagnosticados también tenían un trastorno», explicó la especialista, que llevará esta consulta. De hecho, asegura que hay un componente genético que se está estudiando. Amparo Álvarez, de Síndrome de Asperger, asegura que «muchos adultos llegan al diagnóstico cuando reciben el de sus hijos».
La consulta cubrirá, además, un vacío asistencial existente. «A los pacientes mayores de 18 años ya diagnosticados les tenemos que dar el alta del salud mental infanto juvenil pero no le mandamos a ningún dispositivo especializado; muchos de estos pacientes, a pesar de tener más de 18 años, seguían en la consulta y eso hacía que hubiera una carga de trabajo», añadió Valverde.
La psiquiatra calcula que el número de atendidos llegue a una veintena. «Cada vez se conoce más este trastorno, se identifica mejor y se empieza a diagnosticar en mayores de edad. Seguro que aumentará la demanda porque se está empezando a detectar en institutos y también adultos», vaticinó.
De momento, la consulta tendrá periodicidad mensual que, a juicio de Asperger, debería de ir en aumento. «Para nosotros no es suficiente, no es sólo importante tener un diagnóstico, sino también recibir una terapia y trabajar en grupo. Pero sí es un avance importante y esto es inicialmente», dijo Amparo Álvarez. La psiquiatra afirma que «hay que empezar poco a poco y se irá viendo».
La consulta hará principalmente el diagnóstico. También tratarán a las personas con este trastorno que tienen enfermedades asociadas psiquiatras, «si se trata sólo de TEA se derivará a Asperger o una asociación de autismo, se harán unas recomendaciones, y un seguimiento. Es bastante nuevo y complejo dependiendo de cada paciente», apostilló la psiquiatra.