La psicóloga infantil Pepa Hornos ofreció ayer un taller para familias interesados en el acogimiento familiar, una medida que permite a los menores en desamparo que están en situación de protección poder estar conviviendo de manera temporal en un entorno familiar y no en un centro. «No hay un perfil concreto en el acogimiento, sino una familia que esté dispuesta a ofrecer una oportunidad de vida para un niño», dijo Hornos acerca del tipo de familias interesadas en el acogimiento.
Una vez que la familia toma la decisión del acogimiento, Hornos destaca la necesidad de una buena formación, «porque no es sólo amar un niño, sino criar a un niño con una historia y un entorno determinados, eso implica unas características y unas necesidades específicas para estos niños», añade. Explica que esas necesidades específicas se refieren a que estos niños «han estado en situaciones de supervivencia y de mucho miedo, implica que tiene problemas para confiar y lleva un tiempo aprender a confiar».
De hecho, la conferencia ofrecida ayer en el Consell d'Eivissa, a posteriori del taller a familias, se denomina Aprendre a estimar, aprendre a confiar, ya que ganarse la confianza del niño es cuestión de tiempo. «Rechazan el contacto físico y están a la defensiva. Permitir el contacto físico cuesta un tiempo. Hay que interpretar las conductas de los niños como parte de su historia», explica. Por esta situación, entiende que el acogimiento familiar «es un regalo de amor para el niño y la familia, pero implica consciencia y formación».
Hornos está asesorando al Consell en protección de menores. De hecho ha elaborado un informe sobre los cambios que se han de realizar en el centro de menores de Sa Coma. «El centro está en un proceso de renovación. Hay que cambiar cosas para mejorar la calidad de la intervención que se hace con los niños. Eso le pasa a todos los centros de menores, falta actualizar y formación», dijo la psicóloga.