Este periódico fue el primero en informar la semana pasada de que Podemos celebraría una asamblea el 17 de febrero para analizar la situación interna y, sobre todo, abordar el futuro del pacto del Consell d'Eivissa. En ese momento, la parte oficial negaba la crisis. Y también rechazaba la posibilidad de que se pueda romper el pacto del Consell porque, en opinión de Viviana de Sans, se ha cumplido ampliamente con la protección del territorio, la transparencia, la política social y algunas cosas más. Sin embargo, el mismo día que la vicepresidenta primera del Consell defendía que todo iba como una seda se conocía la dimisión del concejal de Podemos en Santa Eulària José Sánchez, quien se mostraba avergonzado por unos comentarios de la misma Viviana de Sans en relación a la posición política de Pablo Iglesias.
Mal gestionado. El problema de raíz se debe a la falta de unanimidad de los dirigentes de Podemos ante la cita de Vistalegre. De ahí han podido surgir algunos conflictos. Mientras la mayoría de dirigentes apoyan a Errejón, Aitor Morrás, un alto cargo relevante en la formación morada hasta hace poco, ha optado por apoyar a Pablo Iglesias. Falta por conocer detalles y las verdades sobre la renuncia de Aitor Morrás en el órgano directivo de Podemos, pero todo lo dicho sobre su dedicación al Parlament ya parece una simple excusa para esconder la crisis interna que vive Podemos. Las palabras de Sánchez Tirado sobre la gestión del Consell destaparon la realidad que negaba Viviana de Sans: que hay militantes molestos con los actuales dirigentes, sobre todo por aquellos que ocupan cargos en el gobierno insular.
Ya no se niega. Ante la evidencia que supone la baja de militancia de un concejal, Viviana tuvo que aceptar el jueves que existía una crisis, lo contrario que había comentado horas antes de conocer la dimisión de José Sánchez. Habrá que estar muy pendientes del desenlace de la reunión de Vistalegre, pero sobre todo de la asamblea del día 17 de febrero. En todo caso, presumir de transparencia y negar las evidencias no parece demasiado coherente.