Una veintena de familias serán desahuciadas hoy de los apartamentos ses Roques de Cala Llonga, según informaron algunos de los vecinos afectados.
Se trata de la tercera vez que estas familias se enfrentan a un desalojo. Las dos primeras, en septiembre y noviembre, fueron suspendidos in extremis por el juzgado que debía resolver sobre los derechos de la propiedad del edificio.
Los inquilinos mantenían un contrato con el administrador del edificio, Antonio Borregón, quien mantenía un litigio con los herederos legales de la propietaria del bloque de apartamentos. Tras el fallecimiento de la propietaria, sus herederos reclamaron sus derechos.
Los vecinos del inmueble recibieron ayer un aviso de que hoy se llevará a cabo el alzamiento.