El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, señaló ayer en relación a la situación de abandono que desde hace décadas sufren ses Feixes des Prat de Vila que «es responsabilidad de los propietarios tener los terrenos en condiciones». En este sentido, el socialista aseguró que «es humano» que haya gente que piense que esta zona esté degradada, «pero tiene valor; y no lo digo yo sino las sentencias».
Según Ruiz, el Ayuntamiento de Vila inspeccionará los terrenos para «garantizar la salubridad y la seguridad». En caso de que la propiedad no actúe, lo hará el Consistorio de manera subsidiaria. El alcalde socialista recordó las diferencias históricas entre los dueños de los terrenos de ses Feixes y el Ayuntamiento desde que se cambiara la tipología de los terrenos pasando de suelo urbanizable a rústico protegido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2009 y anulado por el Tribunal Supremo en febrero de 2015. «Los propietarios son los que han llegado hasta el Tribunal Supremo para paralizar un Plan General, que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza, no solo a este equipo de gobierno sino a mucha gente de la ciudad que tenía proyectos urbanísticos», señaló el alcalde.
Rafa Ruiz destacó que el Ayuntamiento tiene previsto aprobar de manera provisional el nuevo PGOU (el pleno ya le dio su visto bueno en abril de 2016) antes de que acabe este año, para después elaborar un plan especial de ses Feixes des Prat de Vila como siguiendo la misma línea que se está llevando a cabo con el Prat de ses Monges. El nuevo PGOU en trámite incluye la expropiación de los terrenos de ses Feixes por valor de 3,5 millones de euros, aunque el alcalde destacó ayer que existen «varias líneas» a seguir para «poner en valor la zona», como la compra de los terrenos. En este sentido, Ruiz señaló que «el timing (de los trámites) se acelerará».
«En 2009, los progresistas decidimos que ses Feixes tenían un valor patrimonial y medioambiental y seguiremos trabajando en esta línea», apuntó el alcalde, quien añadió que los humedales de la ciudad «han sido, son y serán suelo rústico protegido».
Antes del incremento de la presión urbanística en la ciudad de Ibiza y de la construcción de las carreteras de acceso a mediados del siglo pasado, las áreas de cultivo de ses Feixes des Prat de Vila y las de el Prat de ses Monges estaban unidas por una franja de humedal intermedia denominado es Prat, ahora desaparecido. Los cultivos del Prat de Vila tenían una extensión de 306.000 m2 divididos en 84 feixes con una red de canales y acequias que sumaba 17.240 metros lineales, mientras que el Prat de ses Monges, con tan solo 61 parcelas, ocupaba 307.000 m2 y 14.500 metros de red hidrográfica. Entre los bienes patrimoniales de la zona destacan los portals de feixa además de las propias acequias y bancales ideados por los árabes.
LA NOTA
Ecologistas: «Es el momento idóneo para recuperarlas»
Tanto Amics de la Terra como el GEN consideran que después del incendio es el momento «idóneo» para abordar la recuperación de ses Feixes des Prat de Vila. «No se ha perdido nada y es una gran oportunidad para sentarse con los propietarios y ver qué se puede hacer. Nosotros no queremos un parque urbano sino que los accesos estén controlados y que se incluyan, como pidió la UNESCO, en la declaración de Patrimonio de la Humanidad, porque de momento no se ha hecho nada», explicó ayer Jordi Salewski, de Amics de la Terra. Por
su parte, el portavoz del GEN, Marià Marí, destacó que la situación de los humedales «cada vez es peor. No puede seguir este estado de abandono y todo el mundo reclama que se recuperen para la ciudad». Marí señaló
que tan solo hace falta «voluntad política y valentía» y que la «excusa» de la falta de fondos «cae por su propio
peso ya que se llevan a cabo otras inversiones innecesarias. De lo que se trata es de aplicar el sentido común».