El portazo que dio Més per Menorca en la tarde del viernes cuando acordó «abandonar el Govern de Francina Armengol», según la nota oficial difundida por la coalición, ha abierto un vivo debate interno sobre el acierto de esta decisión. Un sector relevante cuestiona la salida del Ejecutivo autonómico, que considera precipitada, y ayer empezaron los movimientos y contactos para reconsiderar el acuerdo.
De prosperar la tesis de este grupo, se abriría un proceso que permitiría reincorporar a la formación menorquinista. Al marchar del Govern, Més per Menorca expresa públicamente su incomodidad y da un severo toque de atención a Més per Mallorca y al PSIB-PSOE, a quienes reprocha su falta de lealtad y no haber respetado a los menorquinistas.
La inesperada salida de Més per Menorca del Govern no fue aprobada por unanimidad en la asamblea convocada con urgencia, lo que le restó participación. La decisión obtuvo un amplio respaldo, tras un debate de tres horas, con varios asistentes que marcharon antes de la votación.
Miquel Àngel Maria, conseller de Cultura del Consell insular y coordinador de la coalición econacionalista menorquina, declaró ayer que están dolidos con el trato que han venido recibiendo en Mallorca, acentuado por la gestión de la crisis de los contratos adjudicados a Jaume Garau, que se ha saldado con la dimisión forzada de Ruth Mateu como consellera de Cultura y Participació. «Ha sido una crisis estrictamente mallorquina y hemos sufrido un daño colateral terrible», afirmó Miquel A. Maria, que, al igual que el diputado portavoz del grupo parlamentario de Més per Menorca, Nel Martí, no forma parte del sector que plantea la reincorporación al Govern.
El coordinador advirtió que si Més per Menorca ve peligrar sus objetivos políticos para la Isla, no tendrá ningún inconveniente en votar en contra del Govern. Declaró que «no nos sentimos atados», subrayó que harán valer sus votos y amenazó con dejar en minoría al Govern, formado ahora por PSIB-PSOE y Més per Mallorca. «Deben recordar que están en minoría», apostilló.
Desde esta perspectiva, y ante el gran número de cuestiones pendientes de negociación entre el Govern y el Consell insular, el titular de Cultura y Patrimonio de Menorca señaló que «desgraciadamente, puede facilitar las cosas, porque el Govern nos necesita más que nunca». El diputado portavoz del grupo parlamentario de Més per Menorca, Nel Martí, apoya estas tesis.
Quienes discrepan con la salida del Govern indican que ha sido una decisión adoptada en caliente, y que, por su trascendencia, debe ser objeto de un nuevo debate, sin presión y con más serenidad. Entre quienes propugnan esta reconsideración se encuentran varios de los afectados por la abrupta renuncia de Ruth Mateu, que forzó Francina Armengol con la frase «o presentas la dimisión o serás destituida».
La relación de afectados incluye al director general de Cultura, Jaume Gomila; la directora general de Política Lingüística, Marta Fuxà; la gerente de la Orquestra Simfònica de les lles Balears, Mar Rescalvo; la jefa de prensa de la conselleria, Itziar Lecea; la asesora técnica de Participació, Natalia Pérez Marquès; la secretaria general, Catalina Estelrich; el asesor Xavier Bacigalupe; y Celestí Oliver, asesor de comunicación. Las próximas horas serán decisivas para que Més per Menorca convoque otra asamblea general en la que ratificará o modificará la decisión de salir del Govern.
«La gente quiere que los partidos solucionen sus problemas y ello pasa por gobernar»
Mateu Martínez, exconseller de Cultura de Menorca y exsecretario de Organización del PSM menorquín, afirma que «salir del Govern es, seguramente, lo que el cuerpo pide, pero significa asumir un relato distorsionado que alguien interesadamente quiere imponer». Martínez, que asistió a la asamblea de Més per Menorca, añade que «la gente quiere que los partidos solucionen sus problemas, y eso pasa por gobernar, aunque signifique tragarse muchos sapos». Advierte que la decisión adoptada por la asamblea también supone la ruptura de relaciones con Més per Mallorca.