«Es penoso ver cómo Ibiza se está convirtiendo en el paraíso de los delincuentes. Desgraciadamente, aquí vale todo y un año más afrontamos la temporada con el miedo en el cuerpo». Son palabras de un vecino de Santa Gertrudis miembro de la plataforma de afectados por los robos.
El asalto perpetrado la noche del viernes en la residencia familiar del juez de paz de Sant Joan ha reavivado la «indignación e inquietud» entre los vecinos de las casas de campo que han sufrido algún robo. «Por enésima vez queremos manifestar nuestra indignación por la situación de inseguridad que padecemos en Ibiza desde hace varias temporadas y denunciar la pasividad que muestran nuestros gobernantes para dar una solución a este gravísimo problema», señalaron desde la plataforma.
Los miembros de la plataforma indicaron que continúan realizando patrullas vecinales, pero insistieron en que esta no es la solución para acabar con un «gravísimo problema. Visto que las administraciones son incapaces de tomar medidas, seguiremos protegiendo nuestras propiedades».
Toni Roig recordó que se han reunido con diferentes administraciones y grupos políticos para trasladarles sus inquietudes pero «pasa el tiempo y no hay soluciones. Entre las víctimas vemos la situación con rabia e impotencia porque el problema, lejos de solucionarse, se agrava con el paso de las temporadas. No entendemos cómo una isla como Ibiza, donde se genera tanto dinero y donde pagamos tantos impuestos, no se ven revertidos esos tributos en servicios básicos como es la seguridad», indicaron.
Desde la plataforma también critican las «bondades del Código Penal. Nos cuesta entender cómo individuos con 20, 30 ó 40 antecedentes siguen estando en la calle o cómo algunos detenidos por robos están en la calle a las 24 horas de su arresto. Se están riendo en nuestra propia cara», lamentan.
Investigación asalto
La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa investigando el violento asalto perpetrado por tres jóvenes en una vivienda de Sant Miquel propiedad del juez de paz de Sant Joan. Las investigaciones apuntan que en el asalto habría participado una cuarta persona que les esperaba en Sant Llorenç, punto donde los asaltantes abandonaron y prendieron fuego al vehículo de la familia a la que habían dejado maniatada.