«No tengo recursos para enviar a mi cachorro Nano a Sevilla y sólo pido lo que es mío, los 800 euros que les adelanté por una habitación en ses Païsses en la que sólo nos dejaron estar una semana». Son palabras de Ana Rosa Galán, una joven sevillana que ayer declaró en los juzgados de Ibiza por el litigio que mantiene con una pareja que, según denunció ante la Guardia Civil, le echó de la habitación que les había alquilado para vivir con su perro, sin devolverle el dinero que les había entregado.
Las dos partes implicadas en este contencioso se vieron ayer las caras en el juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza y el martes están citadas para la celebración de un juicio.
La presencia del bulldog francés sería el detonante del conflicto entre las dos partes, aunque los denunciados mantuvieron ante el juez que ellos no realizaron ningún tipo de alquiler ni cobraron las cantidades reclamadas.
A las puertas de los juzgados de Ibiza, Ana Rosa explicó que llegó hace dos semanas desde Sevilla con el alquiler cerrado de una habitación en ses Païsses. «La habitación se ofrecía a través de facebook. Contacté con el chico y él me puso en contacto con su pareja. Ellos sabían que yo iba con un perro y no me pusieron ninguna pega», apuntó Ana Rosa, quien vino a Ibiza para trabajar a partir de la semana próxima en un servicio de limpieza de barcos.
La joven denunciante explica que entregó a la pareja un total de 800 euros, 400 por alquiler y 400 en depósito. «Nano y yo sólo hemos estado una semana en la vivienda. El viernes por la tarde salí a darle un paseo y cuando regresamos comprobé que habían cambiado la cerradura y que mi maleta estaba en la calle», relató Ana Rosa, quien subrayó que está pasando unos días muy malos.
«Ellos me alquilaron la habitación sabiendo que tenía un perro. Si llego a saber esto me hubiese dejado a Nano con mi madre en Sevilla», apuntó Ana Rosa, quien añadió que los problemas surgieron porque los arrendadores tienen otro can. «Nano ladra como cualquier otro perro. Ella dice que una vecina de arriba se quejó pero no es cierto. La realidad es que ellos me sacaron la maleta a la calle y yo me he quedado sin ningún lugar donde vivir», relató Ana Rosa, quien la tarde del viernes acudió a la vivienda junto a una pareja de la Guardia Civil.
«Si quieren, que me cojan la parte proporcional de la estancia de una semana pero el resto me lo deben devolver», puntualizó Ana Rosa, quien lamentó no tener ningún tipo de contrato ni recibo. «He aportado como pruebas las conversaciones vía whatsapp», apuntó.
El juez ha citado a las dos partes el martes para aclarar este conflicto.