Una funcionaria de perfil técnico y con experiencia en la Administración, Monserrat Berini Pérez será la directora general de Transparència i Bon Govern, el departamento que se separó de la Conselleria de Participació y Cultura después de la crisis por los contratos de varias conselleries de Més y que llevó a dimitir a la consellera Ruth Mateu.
Después de días de discusión, la presidenta Armengol impuso su tesis de gestionar directamente la política de Transparència desde la Conselleria de Presidència que dirige Pilar Costa.
Aunque Armengol mantiene que Transparència será «de gran contenido político», se ha optado por un perfil técnico para redefinir este área. Pilar Costa explicó ayer que la nueva dirección general tiene como misión «reforzar todos los mecanismos de transparencia y las herramientas de control» del Ejecutivo y la Administración.
La consellera de Cultura Fanny Tur no llevó a la reunión del Consell de Govern los dos nombramientos que están resultando más polémicos: el de la Direcció General de Cultura (de la que sale Jaume Gomila) y el de la Direcció de Participació y Memòria Democràtica, después de que se frustrara el intento de que fuera para el anterior responsable de Transparència, Miquel Gallardo. Tur confirmó en su puesto a Marta Fuxà (Política Lingüística).