El Parlament encargó ayer al Govern que «dé los pasos necesarios para impulsar el cumplimiento íntegro del Estatut d'Autonomía», ahora que se cumplen diez años de su reforma.
La propuesta se aprobó en la Comisión de Asuntos Institucionales de la Cámara, a iniciativa del PI; recogió aportaciones de todos los grupos y se aprobó por unanimidad.
El objetivo es doble: de un lado, desarrollar al máximo las competencias actuales, poniendo en marcha organismos que aún no se han concretado –como el Síndic de Greuges o defensor del Pueblo autonómico– y revisando las que todavía están pendientes de ser transferidas por el Estado y, por otro, abrir un debate pendiente: el de la reforma. La última reforma se aprobó en 2007 después de un largo proceso que se inició en el Parlament y luego fue validado por las Cortes Generales.
La Cámara encarga al Govern que aproveche este aniversario para impulsar las «acciones informativas necesarias sobre el significado de la autonomía».
Impulsar la reforma del Estatut es uno de los compromisos de la mayoría que gobierna ahora Balears, aunque es consciente de que precisa el apoyo del Estado. La pluralidad actual del Congreso dificulta ahora un acuerdo como cuando el bipartidismo dominaba la vida política.