El Tribunal Supremo ha fijado en cuatro años y ocho meses de prisión la pena a un policía nacional que detuvo a dos personas, una en Ibiza y otra en Palma, inventándose los motivos y falseando las denuncias.
En una sentencia, el alto tribunal estima parcialmente el recurso del agente contra la resolución de la Audiencia de Palma que le impuso cinco años y un mes de cárcel por dos delitos de detención ilegal, uno de falsedad documental y otro de extorsión.
El Supremo rebaja la pena al no apreciar que cometiera este último delito, pero mantiene el resto de la condena. Los hechos se produjeron en el año 2010.