Dos años de cárcel, otros tantos de retirada del carné de conducir y abonar una indemnización de 133.000 euros. Es la pena impuesta a un joven de 27 años juzgado ayer en Ibiza como autor de un delito de homicidio y lesiones imprudentes, ya que en agosto de 2014 circulaba bebido y drogado cuando golpeó a una motocicleta en la que viajaban dos jóvenes de 19 y 26 años. Los dos resultaron gravemente heridos y el más joven falleció doce días después en el hospital.
La titular del juzgado de lo Penal número 1 del juzgado de Ibiza dictó sentencia in voce después de que el acusado reconociese los hechos y ratificase el acuerdo de conformidad que previamente habían pactado las partes y el Ministerio Fiscal, que en un principio solicitaba una pena de 4 años y medio de cárcel.
La sentencia tuvo en cuenta la atenuante muy cualificada de que el acusado abonó los 133.000 euros de indemnización y la pena de prisión ha quedado suspendida durante cuatro años.
Los hechos ocurrieron la tarde del 7 de agosto cuando M.F.S.S., que por entonces tenía 24 años, circulaba con un deportivo Audi R8 por la carretera PM-801 y golpeó a una motocicleta Kymco en la que viajaban dos jóvenes tras realizar una maniobra incorrecta y a una velocidad superior a la permitida para incorporarse a la rotonda de ses Salines. Como consecuencia del impacto, Soufiane E.A. y Abderrahim Z. se golpearon violentamente contra el asfalto, sufriendo graves traumatismos craneoencefálico. Souifiane no pudo superar las graves lesiones y falleció días después.
El conductor del deportivo fue detenido tras dar positivo en los test de alcohol y drogas. La investigación de la Guardia Civil de Tráfico determinó que el turismo circulaba a una velocidad comprendida entre los 113 y los 123 km/h en un tramo de la carretera del aeropuerto limitado a 80 km/h.
El acusado, natural de Madrid, quedó en libertad tras prestar declaración ante el juzgado de guardia. Ayer, la familia de la víctima expresó su malestar con la pena impuesta.
LA NOTA
Drogado y bebido al volante de un potente deportivo
M.F.S.S. conducía un potente deportivo Audi R8 en el momento del accidente que se saldó con dos motoristas heridos y que se cobró la vida de uno de ellos días después. El vehículo valorado en unos 140.000 euros circulaba a una velocidad excesiva cuando realizó la fatal maniobra. El joven conducía a una velocidad que superaba en 30 km/h el límite permitido y además dio positivo por alcohol, cocaína y MDMA.