El PP de Sant Antoni hizo ayer balance de los dos años de gobierno del tripartito y calificaron la gestión como «nefasta». Desde el PP explicaron que la situación es «desalentadora» y no quieren que Sant Antoni siga siendo noticia por titulares que hablan de inseguridad, peleas, descontrol de la venta ambulante, prostitución o suciedad.
«Nuestro municipio está enrocado por culpa de la incapacidad de gestión del tripartito que gobierna en la actualidad y eso se puede comprobar, para empezar, en el departamento de urbanismo», asegura José Sala, portavoz de la oposición, quien dice que existe un colapso en la resolución de las solicitudes de los ciudadanos «con retrasos que superan los 18 meses para licencias, segregaciones, informes, etc». No obstante este no es el único problema que preocupa a la oposición. «A nivel de servicios municipales la situación también dista mucho de ser la ideal. Después de más de dos años de legislatura tan solo se ha adjudicado el servicio de recogida de residuos urbanos y limpieza viaria y, aun así, no se ha firmado el contrato y por lo tanto no se ha empezado a trabajar bajo las nuevas condiciones».
Los populares denuncian también la falta de apoyo a los negocios locales a quienes, dicen, «persiguen por el incumplimiento de las ordenanzas» y, por el contrario, confieren «permisividad ante todo tipo de actividades ilegales como la venta ambulante, taxis pirata, etc».
La eliminación de la zona azul fue otro de los temas tratados en la rueda de prensa que el PP dio ayer en su sede. En palabras de Sala, la imposibilidad de encontrar aparcamiento ante la falta de regulación provoca que muchos negocios hayan visto reducidos sus ingresos; problema que se suma, aseguran, a la peatonalización de varias calles que «no permiten ni siquiera un par de horas para el acceso de los camiones de reparto de mercancías». Críticas también a las plazas vacantes no cubiertas en la policía local «que ha provocado que ahora haya menos agentes que hace dos años», sentenció Sala.
Los populares, además, criticaron la falta de implicación que tiene el tripartito con la cultura.